martes, 12 de octubre de 2010

NELSON CASCAIS. EL JAZZ TAMBIÉN HABLA PORTUGUÉS

La ola gigante del jazz también alcanzó en su día a Portugal, para impregnar a todo músico inquieto por este género del siglo XX que sobrevive y se hace más fuerte en los comienzos del siglo XXI. Por ello, no es de extrañar que a fecha de hoy existan músicos del excelente calibre de Nelson Cascais, contrabajista, y con un futuro prometedor por delante ya que su edad física (cuenta con 37 años) así lo pronostica. Pero no sólo ello, sino su concepción creativa contextualizada en el género que nos ocupa. Cascais es una mente inquieta -característica necesaria, si se quiere avanzar-, que mezcla diversas corrientes musicales a través de las cuales se puede adivinar aquello que ha dejado huella en su entendimiento para crear.

La cita con su quinteto era el pasado 2 de octubre del año en curso, en la sala "Jazzazza. Ce n'est pas un bar", situada en la población murciana de Algezares, a unos 5 ó 6 kms. de la capital y uno de los escasos iconos de esta música en la Región de Murcia, si nos referimos a salas que funcionan durante casi todo el año con música de jazz en directo. "J", su propietario y director, me había invitado muchísimas veces a los conciertos (grandiosos muchos de ellos, por cierto) que allí se han celebrado. Pero por una circunstancia u otra, nunca había podido responder con mi presencia a esa invitación. El pasado día 2 de octubre sí y la verdad es que no me arrepentí.

Nelson Cascais llegó hasta tierras murcianas, para presentarnos su reciente trabajo en cd bajo el título de "Guruka". Y lo hacía con dos de los cuatro músicos que participaron con él en ese registro. Iago Fernandez, batería; André Fernandes, guitarra y Nelson Cascais, contrabajo. Para completar el quinteto, los músicos españoles cuya base se localiza en Valencia, Albert Sanz, piano y teclados; y el saxofonista, Jesús Santandreu.


Con esta formación -y tras una breve presentación de la banda-, Nelson Cascais Quintet atacó "PC", una balada bien construida y primero de los temas que conforman ese registro de 2009 en Portugal guardando un protagonismo para el saxo tenor de Jesús Santandreu. Tras esta "piedra de toque" para calibrar al público de la sala, "Zulu baby" dejó sonar sus aires afrodisíacos entremezclados con esquemas más clásicos del género, en el que el pianista, Albert Sanz, jugó un papel principal arropado por el resto de la formación dejando, una vez más, muestra de su talento interpretativo. Ya en esta pieza, me fijé en Iago Fernandez. Es un baterista que ha aprendido las técnicas de la percusión con esmero y que, para mí y si no se malogra, apunta unas excelentes maneras como uno de los bateristas del futuro a medio plazo. Habrá que estar atentos a su evolución.



El jazz de Nelson Cascais recuerda las corrientes que estuvieron de moda allá por los años 60 y principios de los 70 del pasado siglo, pero con esa originalidad que el propio Cascais introduce en sus partituras o en las que crea el guitarrista, André Fernandes. "A maldiçao de Pazuzu" fue una pieza para el disfrute de Santandreu, que combinaba su solos con los del guitarrista, André Fernandes, quien dejó constancia inequívoca de su excelente manejo con la pedalera. Su versatilidad a la hora de arrancar notas del traste de su guitarra quedó clara y el personal, a punto de acabar la primera parte del concierto, disfrutaba como "enanos" en el reducido pero entrañable recinto de Jazzazza.

El punto y aparte se puso con "Lume en Aizkorri" (creación del baterista, Iago Fernandez), en la que obviamente la percusión tuvo su momento de gloria y de reconocimiento por parte del público hacia el músico. Con ella, se llegaba al descanso de quince minutos, antes de que el quinteto de Nelson Cascais regresara el escenario de la sala Jazzazza.


Y es que el músico luso guardaba los "pequeños tesoros" musicales de su más reciente grabación para el final. "Silence" (una pieza del gran contrabajista, Charlie Haden) habría esta recta final del concierto, a la que siguió una partitura de André Fernandes: "Radio beat". Una pieza que recuerda aquellos temas que salieron al mercado hacia finales de los 70 y parte de los años 80 de la creatividad y ejecución de los músicos norteamericanos del momento. En alguno de los pasajes de la partitura ésta se hacía "pesada" pero, en general, la pieza resulta accesible para una mayoría.

El punto y final lo reservó Nelson Cascais para el tema que da título a su cd: "Guruka". Una creación que en su comienzo aparenta el paso de las horas de un reloj cuyo tiempo, nos lleva hasta el país de las maravillas. Una partitura grandiosa, para finalizar un concierto acertado al que tan sólo le faltó (si acaso) unos ensayos más del quinteto para acabar de ensamblarse mejor.
Como el público insistía, los músicos concedieron una más: "O centro do mundo". Nueva demostración de la ejecución más que correcta de Iago Fernandez y, como no, del resto de la banda que lidera el contrabajista portugués, Nelson Cascais. Le hemos visto en varias ocasiones tocar en España y creo no equivocarme, cuando afirma que en el futuro seguiremos disfrutando con su música por estas latitudes. Como escribió mi paisano Sebastián Mondéjar en su "Sopa de Hielo", "la península ibérica es ya un referente en el jazz internacional". Y yo añado que posee, además, una excelente cantera de futuro. Te esperamos de nuevo, Nelson.
Las fotografías son obra de Rafa Márquez ( http://www.rafamarquez.net/ )

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