viernes, 22 de abril de 2011

XIV JAZZ SAN JAVIER. ¡MENUDO FESTIVAL!

El Festival de Jazz de San Javier ha presentado los doce conciertos que conforman su edición número catorce, que se celebrará en el auditorio del Parque Almansa del 25 de junio al 30 de julio de 2011. Como ya viene ocurriendo en las tres últimas ediciones, el presupuesto ha sido recortado un diez por ciento en relación al del pasado año y llega casi hasta los 600.000 euros. En esta ocasión, el festival rinde homenaje a dos músicos desaparecidos durante 2010 y que actuaron en este mismo festival: Gary Moore y Solomon Burke. Los precios se mantienen, más o menos, costando el abono de diez noches 100 euros, a lo que hay que añadir otros 56 (si se es abonado) para poder presenciar también las actuaciones de Chicago y la de Winton Marsalis y la Lincoln Center Jazz Orchestra. Como se puede comprobar, nunca tanto costó tan poco y ello sin perder un ápice de calidad. Pero vayamos por partes.

 (La foto de la presentación es obra de Goio Villanueva)
Durante la presentación de esta nueva edición, la alcaldesa de San Javier, Pepa García, destacaba que este festival no sería posible sin el esfuerzo, trabajo y colaboración de muchas personas e instituciones públicas y privadas como es el caso de la Consejería de Cultura de la administración regional murciana o el INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Música) de la administración central del Estado, que se incorpora este año como patrocinador de esta cita y con la firme decisión de continuar haciéndolo en adelante.

Pero como lo que importa son los conciertos, Jazz San Javier ha realizado un esfuerzo más para conformar un cartel que como expresaba el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, "éste va a ser un festival para los que gustan del jazz", a lo que el que suscribe añadiría "y para los que son amantes de los géneros que les rodea". Porque fiel a la trayectoria que se marcó en 1998 (año de la primera edición de esta cita musical), San Javier procura una estudiada amalgama de los estilos que giran alrededor del jazz para ofrecer en cada edición ese "poco más".

Así, se dan regresos como Lee Ritnour con el compositor y pianista Dave Grusin (un habitual de su grupo en otros tiempos), Ransey Louis y su banda eléctrica para deleitarnos con su "jazz-funk", elpianista jamaicano Monty Alexander Trío o Hiromi y su Trío Project. Todos ellos regresan con nuevos e interesantes proyectos musicales que provocarán, seguro, el deleite de los asistentes.

Pero también habrá novedades en este templo del jazz en San Javier como es el auditorio del Parque Almansa. Nos referimos a Ludovic Beier, que se coloca como un novedoso acordeonista en el paranorama del jazz; el grupo estadounidense Chicago, que tantas estupendas canciones nos ha dado en el tiempo; Joe Lewis Walker, excelente guitarrista norteamericano o el trío del pianista danés, Niels Lan Doky, la Clayton Hamilton Jazz Orchestra con el guitarrista John Pizzarelli, John Scofield Quartet, el septeto parisino Pink Turtle o la cantante de Detroit, Carla Cook, que está considerada como una seria continuación de la inigualable Ella Fitzgerald.



Un plato fuerte para esta 14 edición de Jazz San Javier serán las noches de las Big Bands. La primera regresa, una vez más, con su líder al frente: Winton Marsalis y la Lincoln Center Jazz Orchestra. Y otro regreso en esta parcela es el del guitarrista John Pizzarelli pero en esta ocasión (ya lo cité antes) como invitado de la Clayton Halmilton Orchestra, que pondrá sobre el escenario del Parque Almansa a 20 músicos en acción. Los resultados de estos dos conciertos pueden superar las espectativas previas.

Como también podemos asistir a noches "mágicas" de la música que nos regalen Biel Ballester y su trío, con la invitación del violinista Costel Nitescu, en un claro homenaje a Django Reinhart. O la fusión de estilos del pianista gaditano, Sergio Monroy. La maestría de Leny Andrade & Sambop Band, así como el que puede resultar interesantísimo concierto del cuarteto de Jaume Vilaseca con el sitar del hindú Ravi Chary.



Y luego habrá espacio para los guitarristas y la música británica, sobre todo, en ese homenaje a Gary Moore con nombres como Albert Lee & Hogan's Heroes; Elvin Bishop; Eric Burdon & The Animals o Chris Farlowe & The Norman Beaker Band. Como también habrá momentos para el "blues" de la mano de Joe Louis Walker o Lucky Peterson.

Y todo ello girando en torno a una base: el jazz. Un jazz que este año reitera sus mejores galas con nombres como Lee Ritenour con Dave Grusin; Monty Alexander Trío; Ransey Lewis & His Electric Band; Rene Marie; Niels Lan Doky Trío; John Scofield Quartet; Hiromi The Trío Project o la magnífica adaptación al género de temas del pop o el rock que llevan a cabo con amplias dósis de alegría, el septeto parisino Pink Turtle.

En suma, una edición -la número catorce- de Jazz San Javier que reitera su alto nivel de calidad y de supervivencia. Y todo ello, en tiempos difíciles para "la lírica" como los que estamos viviendo. El espectáculo está servido y nosotros no tenemos por menos que disfrutar de él.

HASTA SIEMPRE, JULIO.


Mi amigo Julio Muñoz, músico, se ha marchado hacia otros escenarios que desde hacía mucho tiempo le estaban tentando. Concretamente diez años en los que ha tenido que luchar contra esa tentación durante la cual, ella no ha escatimado momentos difíles para Julio con una "estrategia" muy difícil de superar o vencer.

Pero la capacidad que siempre ha tenido Julio para codearse con las dificultades y vencerlas es una cualidad que, personalmente, me ha tenido asombrado durante todos estos años (casi 40) de amistad con uno de los mejores, de los tres mejores que he tenido en mi existencia.

Supe de su "tentación" en el mes de julio (¡qué curioso!) de 2001, a través de sus entonces compañeros de escenarios, durante la celebración de la cuarta edición del Jazz San Javier. El conocimiento de aquel nuevo reto que se cruzaba en el camino de Julio Muñoz me dejó, la verdad, bastante preocupado. El tiempo fue transcurriendo y yo intentaba ponerme al tanto de cómo mi amigo "jugueteaba con aquella tentación". Por lo que me contaban, había momentos para todo gusto; algunos para el disfrute de Julio al saberse triunfador de sus "malabarismos" para no caer en el "juego" de su oponente. Otros, no se si los que más porque para Julio el mostrarse "débil" no era precisamente una de sus facetas fáciles, la "tentación" pareciera ser la ganadora aunque, al final, comprobábamos que no era así.

Y claro está, como en toda buena "tentación" que se precie, las estrategias para llevarse a mi amigo al terreno en el que su oponente quería fueron más acusadas y difíciles de descubrir y desmoronar. Pero Julio no se achicaba y como si el ave Fénix fuera volvía a resurgir triunfante y sonriente; con esa sonrisa socarrona de quien se sabe un estratega invencible.

Todo parecía ir bien, pero era tan sólo una ilusión para muchos de nosotros. Porque aún sin querer admitirlo, los más allegados a la realidad comprobábamos cómo la "tentación" ganaba terreno y Julio cedía a sus "encantos". Finalmente, en las primeras horas del lunes, 4 de abril de 2011, mi amigo, mi hermano Julio César Muñoz Mejías decía SÍ a una "tentación" que le había estado interpretando sus "Cantos de Sirena", durante diez largos años.

Adiós, amigo y hermano. Tus nuevas composiciones y conciertos se escucharán y verán en esos otros escenarios a los que te has marchado. Y espero que esos nuevos retos resulten tan exitosos, como los que llevaste a cabo en estos otros escenarios terrenales. Algún día, nos volveremos a encontrar para recordar "viejos tiempos" y poder tocar juntos una vez más "Sunshine of Your Love".

miércoles, 20 de abril de 2011

LA MÚSICA DE KENNY NEAL NOS TOCÓ EL ALMA Y EL CUERPO


El "blues" es un género de amplísima aceptación en la música y San Javier (Murcia) es uno de los muchísimos puntos del Globo, en el que esta música gusta y mucho. Por ello, no nos extrañó que el cierre del XI ciclo "Músicas del Alma" fuera toda una explosión de diversión y disfrute para todos aquellos que tuvimos la suerte de ver a la banda de Kenny Neal y su invitada E. C. Scott. Ambos plasmaron con auténtica realidad, el alma inequívoca de este género musical que después de dos siglos de sus cánticos sigue levantando pasiones.

El grupo de Kenny –guitarra, armónica y voz- estuvo integrado por su hermano Fred, al piano. Otro de sus hermanos, Darnel, en el bajo eléctrico y su sobrino Tyree, en los teclados y guitarra. El grupo lo completaba el baterista, Bryan Morris. Con esta formación, Kenny Neal apareció en el escenario de la carpa del Parque Almansa a los sones de “Blues leave me long”, una de las piezas que se incluye en su anterior disco titulado “Let Life Flow”, cuyo tema también formó parte del amplio repertorio que sonó durante más de dos horas.


“Hooke on your love” (“Enganchado en tu amor”) es el nuevo cd que Kenny Neal ha puesto en el mercado y con el que una vez más, este ya legendario músico –a pesar de su todavía juventud- consolida a la amplia familia Neal dedicada al género y a su parcela del “swamp-blues”, que nos adentra en el mismo corazón de las tierras de Louisiana o en un viaje por las aguas del Mississippi. Es “blues” en estado puro a cuyo ritmo no puedes, ni debes, dejar de entregarte porque se te pega en la piel; te atrapa sin remedio y acaba convirtiéndose en una parte más de tu ser.

“Old friend”, “Any fool wood do” o “These old blues ain’t so bad” fueron más piezas que iban conformando no sólo un concierto, sino toda una fiesta a la que no se podía faltar porque tanto Kenny y su familia como la propia E.C. Scott, te estaban invitando sin contemplaciones. E.C. Scott realizó su aparición con un tema tremendo, que te enganchaba ya desde la primera nota: “He ate the apple”.

La trayectoria de esta cantante con más de 30 años de patear escenarios es, cuando menos, muy curiosa. A los 16 años ya cantaba “gospel”, pero escuchó un “blues” y de inmediato quedó atrapada por esa música. Su madre le intentaba quitar esa “diabólica” idea de la cabeza porque esa música no podía traer nada bueno. Pero E.C. Scott no cejó en su empeño y gracias a la radio y a sus hermanas, el “blues” entró en su vida con plenitud. Lo curioso es que la cantante optó por casarse y tener familia. Cuando sus hijos llegaron a la edad escolar, E.C. Scott los reunió y les explicó que su pasión era cantar y ahora que ellos ya podían valerse retomaría su pasión. Los hijos la animaron a ello y de esa manera, el “blues” recuperó a una de sus más dulces, sensuales y sexys voces que posee el género.


Una clara muestra de lo que les cuento, es esta foto de Marta Pinilla que precede a esta línea, en la que podemos verla cantando, bailando y disfrutando junto a los espectadores. Y es que tanto E.C. Scott como el grupo de Kenny Neal supieron “atrapar” a los espectadores de inmediato que a esas alturas del espectáculo estaban absolutamente entregados a estos grandísimos artistas.

El propio Kenny se había acercado antes al público, cuando tom`´o la armónica para crear un "climax" de auténtico campo de algodón a los sones de esas notas inequívocas de una música que es uno de los iconos del pueblo negro norteamericano.

En definitiva –y como habíamos previsto-, el cierre a esta edición número once del ciclo “Músicas del Alma”, en San Javier, superó con creces las expectativas creadas a priori dejando entre este público fiel, un sensacional e imborrable recuerdo de una noche irrepetible por toda su musicalidad, entrega y mejor fiesta para los sentidos y sensaciones personales de quienes tuvimos la fortuna de participar en el mismo.