viernes, 27 de mayo de 2011

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Anagrama del Festival de Jazz de Murcia
El músico y poeta, Sebastián Mondéjar, ha denunciado en su blog la suspensión del XXXI Festival de Jazz de Murcia (denominado en su momento JAZZ EN LA CALLE) por parte del Ayuntamiento de Murcia (responsable directo de su organización absoluta), sin que la Administración Local murciana haya dado explicación alguna sobre el motivo o motivos que le han llevado a no celebrar esta edición.

Mi amigo Sebastián no es el único -ni una minoría de la sociedad murciana- que se ha visto sorprendido por este hecho. Pero sí ha sido (no conozco cualquier otro artículo o comentario publicado al respecto ) el primero que ha escrito sobre el asunto. Y de qué manera tan expresiva, rotunda y demoledora sin perder la compostura. Porque, en efecto y estoy absolutamente de acuerdo con él, cómo ha dado la nota el Consistorio capitalino con su silencio "tenor".

Tal y como he comentado en el blog de Sebastián, hacia principios del mes de abril pasado, un "pajarito" me pió que el Jazz en la Calle no se celebraría este año. Naturalmente, el pajarito tan sólo pió el hecho pero no los motivos. Para hacer las cosas como es debido, me dispuse a hablar con el responsable directo: el concejal del ramo, Rafael Gómez. No pude hacerlo porque, en aquel momento, "no se encontraba en su despacho. ¿Quién le llama y sobre qué tema desea hablar con él?, contestó su secretaria. Soy Andrés Garrido, periodista (él me conoce, por mi actividad en RNE hasta mi prejubilación) y deseo hablarle sobre el Festival de Jazz. Mi número de teléfono es..." Hasta ahí, la conversación de mi primer y único intento de esclarecer si se iba a celebrar o no el festival y si la respuesta era negativa, el por qué.

Como quiera que me conozco el "percal" un poco, me propuse que si en un plazo de DIEZ o DOCE DÍAS -todo lo más- no me atendía, mi decisión sería denunciar la suspensión del evento y mostrar mi absoluta crítica del "silencio de los corderos" al respecto. Porque uno puede estar atareado en un momento dado y demorarse un poco en contestar a esa llamada. Pero no prestar atención, no ya a un triste periodista si no a un ciudadano y el resto de la comunidad vecinal de la que forma parte, que desea conocer si va a poder disfrutar un año más de su festival de jazz eso, insisto, es de mala educación y de no saber muy bien cuál es la función de un político. Todo ello, claro está, suponiendo que la citada secretaria le comunicase mi mensaje (y no tengo por qué dudar de una funcionaria ya que conozco muy bien lo exquisitamente que llevan a cabo su trabajo y más, en el ayuntamiento de Murcia). Espero no estar proporcionándole la "excusa perfecta" al aludido dirigente municipal, porque entonces ya tendríamos que utilizar otros calificativos más duros.

Los cargos públicos como el de un concejal son elegidos por los ciudadanos. Y su responsabilidad, entre otras y en una escala importante, es la de servicio a esa comunidad para la que se le ha elegido. Y en esta ocasión, el político ha brillado por su ausencia y, a tenor de lo comprobado, ha hecho dejación de sus funciones para con la comunidad de vecinos. ¿Tan ocupado andaba el señor concejal, para no haber podido llamar a este triste periodista? ¿Asuntos importantes de Estado le tenían absorto que ni tan siquiera pudo dedicar 15 minutos, para explicar públicamente que no se iba a celebrar el festival de jazz y los motivos?

Reza (y es una estrofa que me ha gustado desde siempre) un gran éxito de Bob Dylan que "...la respuesta está en el viento". Y nunca mejor utilizada la frase, porque lo que es la sociedad murciana nos hemos quedado sin respuesta, compuesta y sin festival de jazz en la calle. Y nos sentimos huérfanos y sin tutores de la Cultura en este municipio. Porque tengo que darle la razón, sin fisuras, a Sebastián Mondéjar cuando escribe: "El jazz se aprehende con los sentidos del alma en mayor medida que con los del cuerpo. El jazz congrega a un público culto, limpio, pacífico, responsable y sumamente heterogéneo. Gracias al jazz se han escrito novelas y poemas, pintado cuadros, rodado películas y compuesto bandas sonoras inmortales. El jazz ha dado al mundo a muchos de los mejores músicos de la humanidad, algunos de los cuales, no quepa la menor duda, han pasado milagrosamente por nuestro festival. A nivel personal creo, siento, veo y constato que en pocos años nos hemos venido instalando vertiginosamente en una cultura virtual, como de videojuego, una cultura de usar y tirar. Y de tirar, sobre todo, el dinero; un dinero que se le hurta a la cultura real, a la educación y al conocimiento esenciales, de uso y utilidad imperecederos. Cabría decir que existe una razón rudimentaria: es ésa la cultura que se nos está imponiendo; o, dicho de otro modo: se nos está privando de la capacidad de elegir…"

Para mí está claro que desde la llegada al ayuntamiento de la capital de sus actuales gobernantes (ahora con una reválida aprobada por una escandalosa mayoría), el Festival de Jazz en la Calle ha estado en el punto de mira del cierre definitivo. En un primer intento allá por 1995 ó 1996 (no recuerdo bien la fecha) varias voces nos levantamos contra aquella primera amenaza, logrando frenar lo que parecía inevitable. Pero desde entonces a la fecha de hoy, el festival ha ido sorteando toda una serie de zacandillas cual si de una "pista americana" (los que han prestado el servicio militar o son militares, ya saben a qué me refiero) se tratara. Y hasta este 2011, ciertamente que las había salvado con suerte y mucha dignidad. Pero llegó ese gran "cajón de sastre" que se llama CRISIS y con él, no solamente llegó el escándalo sino el motivo preciso para ¿definitivamente, concejal? acabar con nuestro longevo Festival de Jazz en la Calle de Murcia.

Adiós a 30 años de trabajo, de sueños; de gloriosas jornadas para músicos y aficionados o, simplemente, ciudadanos que gustan de la Cultura en general. Ha sido un auténtico despropósito y un absoluto desacierto de los responsables de turno. ¿Por qué Tres Culturas sí y Clásica de San Juan de Dios o Festival de Jazz en la Calle no? Como también indica Mondéjar en su artículo "¿Ha sido exclusivamente por dinero, es sólo cuestión de presupuestos? ¿La consabida crisis? ¿Y el jazz tiene que pagar las consecuencias? ¿No hay dinero, nos hemos quedado sin programador, se han echado atrás los patrocinadores? Pues en vez de actuar tan injusta y arbitrariamente cortándoles el chorro a los aficionados al jazz, recortemos un poco de aquí y de allá, consultemos a los interesados, contemos con los demás, ¡seguro que se involucran!, pero no dejemos morir un festival que ha escrito páginas gloriosas en nuestra historia cultural reciente. ¿Este año no había cien mil, ochenta mil, cincuenta mil euros para organizar el Festival de Jazz? ¿No había veinte mil? Con esa cantidad, Zarangojazz, la asociación de músicos y aficionados al jazz a la que pertenezco, se habría comprometido a colaborar, como otras veces, para coordinar y sacar a flote este año un XXXI Festival Internacional de Jazz tal vez más modesto pero no menos digno de su prestigio y trayectoria. Pero ésa era solo una posibilidad más. El festival podría haberse insertado este año, con menos presupuesto, en el XII Festival Tres Culturas. Eso sí que habría sido un gesto de tolerancia que la ciudadanía en general y los aficionados al jazz en particular habríamos entendido y aplaudido". A lo que añado, ¿Por qué?

Desconozco si mi segundo intento valdrá para algo pero, como decía aquél, que por intentarlo no quede. Señor Gómez: Le invito a que nos explique a los murcianos los motivos por los que no anunció previamente que no tendríamos Festival de Jazz en la Calle y cuáles fueron los criterios seguidos para ello, frente a la celebración de Murcia Tres Culturas. Es tan sencillo como eso. Tan sólo le pido un favor; por usted mismo, la Corporación y los vecinos del municipio de Murcia: NO REPITA DE NUEVO, EL SILENCIO DE LOS CORDEROS.

Suyo afectísimo, el periodista Andrés Garrido (y músico autodidacta).

3 comentarios:

  1. Impecable e implacable post. Así se habla, compadre. Gracias por tu generosa implicación, doblemente valiosa por tu veteranía como profesional del periodismo y aficionado al jazz y por tu irrenunciable compromiso como ciudadano en pro de la cultura.

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

    Sebastián.

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  2. Pues más o menos es lo que quise escribir en su momento, cuando acaeció la muerte de Julio y me quedé "planchaó". Me ha costado bastante el ponerme a escribir otra vez, porque no tenía ánimos. Pero bueno, una vez superados esos momentos amargos todo vuelve, poco a poco, a la normalidad. Empujando todos la fuerza será mayor. Un abrazo y sigo teniendo un Matusalén "muerto de risa".

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  3. Deseo pedir disculpas a todos aquellos que han intentado dejar su comentario en este blog y no han podido hacerlo. No ha sido por negligencia personal. Desconozco las causas, porque es imposible conectar con Blogger y explicarles lo que está ocurriendo desde hace unos meses hasta ahora. Según he podido leer por ahí, se puede deber a una saturación de los servidores. Tampoco lo puedo afirmar con rotundidad por lo que he indicado: no puedo contactar con Blogger. Es mi deseo que esta interferencias acaben cuanto antes y todo vuelva a la normalidad. Mientras ello sucede, mis más sinceras gracias por vuestra fidelidad, a pesar de los inconvenientes. No obstante, si queréis dejarme algún comentario y no podéis acceder a este blog, se pueden dejar en esta dirección; musicosalvaje@gmail.com . Repito, muchas gracias.

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