En su segundo punto, se aclara que el "diego" es que este festival es abierto y da cabida a una serie de músicas transversales y de ahí su gran riqueza. Que nunca pretendió ser un erudito en esta música porque, al igual que indicaba Elvis Presley, él tampoco la entiende ni la escucha.
Y en su tercer punto, el señor Martínez Abarca deja nítido que no tiene nada que reprochar a la programación del Jazz San Javier; al contrario, una vez más, desea que continúe por donde hasta ahora lo ha hecho. Y otras consideraciones más, que los lectores de este blog pueden seguir pinchando aquí.
Como yo no tengo nada que ver con la organización del festival, no puedo por menos que aceptar esta rectificación o, mejor, aclaración del autor de la polémica. Ahora bien. Si lo que realmente quería expresar del festival es lo que hoy publica en el diario murciano, ¿Por qué no lo hizo así desde el primer día y nos hubiéramos ahorrado el gasto de tantas "calorías", con lo que está cayendo?
Cuando los tiempos "no son propicios para la lírica" es mejor no usarla. Porque si se hace en tiempos como los que vivimos en estos momentos, se puede caer en una provocación inmediata. Y eso es clarísimo porque los que se esfuerzan día a día ven ese lirismo como una ofensa o amenaza. Y, repito, no hay por qué "tocar las pelotas" a nadie ni "joder la marrana" (dicho popular de la huerta de Murcia) sin motivo alguno. Gracias, señor Martínez Abarca, por su aclaración y sinceridad. Ya ha comprobado usted que en estos tiempos, la ironía hay que aparcarla porque produce efectos "podo deseables". Un saludo muy cordial.
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