viernes, 20 de enero de 2012

ADIÓS, ETTA.

Etta James, en sus primeros años musicales.
La vida pasa en un instante; sobre todo, cuando ese instante ya viene cargado de décadas. Es una reflexión que me hago cada día y más aún, cuando mis ídolos musicales, del cine o, en suma, los iconos que han ido marcando mi trayectoria vital se me van marchando. El último hace muy poco: Etta James.

Recuerdo que allá por 1967 (poco más o menos), mi hermano tenia entre sus vinilos uno de esta cantante californiana naciada en Los Ángeles en enero de 1938 y me quedé asombrado de su potencial vocal. Como muchas otras muchachas negras norteamericanas, sus comienzos fueron en los coros de sus iglesias interpretando golpel. Con cinco años cantaba en la radio y con 14 (cuando se había trasladado a San Francisco) realizó su primera audición con el profesor y director de orquesta Johnny Otis. Su primer éxito lo alcanzó en 1955, con el tema "Dance whith me, Henry" y cuando The Peaches se disolvió como grupo, Etta James continuó grabando para Moderns Records, el sello que había registrado esa canción.

Pero lo mejor de Etta James (nombre de guerra de Jamesetta Hawkins) llegaría en la década de los 60 del pasado siglo XX. Fueron diez años de éxitos y magníficas grabaciones, que llegaron tras cambiar de compañía discográfica. Leonar Chess se dio cuenta que Etta poseía un enorme potencial para las baladas y por ello, la arropó de unas orquestaciones magníficas. Pero Etta James seguía teniendo su lado "salvaje" que caminaba entre el soul, el rock y el jazz; tres estilos básicos en la vida del pueblo negro norteamericano. Y así, la cantante de Riverside grabó piezas en esa línea como "Something's Got A Hold On Me", "In The Basementcon", "Tell Mama" o una pieza auténticamente dramática como "I'd Rather Go Blind".

Cuando Leonard Chess falleció, Etta James permaneció en su discográfica hasta 1975 dando muestras de estar más cerca del rock, que de ningun otro movimiento musical tal vez más propio de su condición. Tras unos años dificiles, el regreso a los estudios de grabación fue en 1988 con "Seven Year Itch" reafirmándose como una auténtica estrella del denominado "soul sureño". Más tarde llegarían otros discos en la década de los años 90. Su última grabación, "The Dreamer", data del pasado 2011, estando ya diagnosticada gravemente de leucemia; enfermedad que, finalmente, ha acabado con su vida terrenal. Una vida que siempre estuvo llena de problemas con su lucha contra la obesidad y su adicción durante años a la heroína. En los últimos tiempos, Etta James se fue deteriorando y el pasado viernes fallecía en un hospital de Los Ángeles, a la edad de 73 años. Su música y su impronta en los escenarios queda entre todos nosotros. Tal vez, uno de los mejores homenajes que podemos rendirle sea volver a escuchar la balada "At last", que le catapultó al éxito definitivo en 1961. Después de ella, Etta James logró acaparar seis premios Grammy. Descanse en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario