viernes, 17 de julio de 2015

CUANDO EL BLUES SE VA DE BOOGIE

Kenny “Blues Boss” Wayne y Janiva Magness provocaron la felicidad del auditorio de Jazz San Javier, que homenajeó a uno de sus fundadores. 

Kenny Wayne 
Los asiduos de Jazz San Javier, ya conocen que el blues es, después del jazz, el género más cultivado en esta cita veraniega con la música. Pues bien, la sexta jornada estuvo íntegramente dedicada a uno de los géneros que más seguidores congrega cada año y el de esta XVIII, no fue una excepción. Los encargados de animar el cotarro fueron el “Blues Boss” Kenny Wayne  con The Drew Davies Rhythm Combo y la cantante Janiva Magness, una de las voces femeninas más potentes del momento. Juntos revolucionaron al público que se dio cita en el auditorio Parque Almansa el domingo 12 de Julio. Una jornada que, además, se aprovechó para rendir homenaje a uno de los fundadores de este Festival Internacional de Jazz de San Javier: José Andrés López, que se jubila este año. Un domingo completo en todos los sentidos. Pero vayamos poco a poco.

El saxofonista inglés Drew Davies
Si uno pretende pasar un buen rato escuchando blues y está cerca (o relativamente cerca) de San Javier, no le queda otra que mirar la programación y, ¡diana!, mira tú por dónde hay no uno, si no dos conciertos del género. La primera parte, con uno de los veteranos: El pianista, cantante y compositor Kenny “Blues Boss” Wayne, que llegaba arropado por The Drew Davies Rhythm Combo que lidera el saxofonista y cantante inglés. Kenny Wayne se formó musicalmente en San Francisco, la ciudad del amor, las flores, el pacifismo y la multiculturalidad y fusiones musicales. Es ahí, precisamente, donde se basa el famoso “sonido San Francisco”, algunos de cuyos representantes han sido Mamas & The Papas, The Doobie Brothers o el propio Carlos Santana y su grupo nacido musicalmente en esa Costa Oeste californiana. Wayne no ha sido ajeno a ese gran movimiento, pero sus caminos estaban bien definidos hacia el blues y, sobre todo y a pesar de los enormes cabreos de su progenitor, al boogie woogie.

Stan Noubard Pacha dio las réplicas a Davies en algunos solos
Kenny Wayne llegó a Jazz San Javier para ofrecer, en su primer concierto en España, una amplia muestra de su largo recorrido por los caminos de ambos géneros que fueron, además, los que dieron lugar al rock. Bueno pues con un perfecto atuendo para la ocasión, el “Blues Boss” apareció en el escenario y atacó de inmediato varias piezas del género que puso al auditorio al pie del escenario. Temas como “Every Days”, “Wild Turckey” o “Please Don’t Leave” (todos ellos conocidos), que hicieron bailar al más indolente del lugar.

Kenny Wayne disfrutando y haciendo disfrutar al auditorio
Y, claro está, no se resistía más a no interpretar un boogie. Así es que dejó correr las notas de “Boogie Boogie Mama”, para regresar a los caminos del blues con “Blue Berry Hill”, “Black Berry Wine”, “Hello Josephine” y “Heaven Send an Angel”. El combo que dirige el saxofonista y cantante inglés, Drew Davies sonaba perfecto y arropaba mejor a un Kenny que con sus casi 71 años se mostraba pletórico de fuerza, ánimo y ganas de lograr que el público no tuviera ni un segundo de respiro. Aquella era una auténtica fiesta a lo New Orleans, donde “Blues Boss” y su Combo marcaban el ritmo y el público respondía al envite.

Christophe Garreañu, al bajo
La recta final de su primer concierto en España, celebrado en Jazz San Javier, fue otra tanda de certeros disparos musicales hacia ese público que adoraba a Kenny Wayne. Piezas como “Fantasy Meets Reality”, “It’s Raining”, “Caldonia”, “My Nadine” o la que cerraba su paso por San Javier, “You Don’t Know Me”. Aquel auditorio se postraba ante tal magisterio y sencillez de un enorme Kenny Wayne (en todos los sentidos), al que se adivinaba en su rostro no querer marcharse. Lo hizo, pero la insistencia del público le devolvió al escenario casi de inmediato. Drew Davies preguntó si querían más. ¡Vaya pregunta! ¡Pues claro que querían más! ¿Acaso no era evidente? Así es que agarraron los instrumentos y comenzó un bis que incluyó “Searchin’ For My Baby” y “Jambalaya” con los que, ahora sí, finalizaba aquella fiesta del blues y el boogie woogie. Sin duda, Kenny Wayne ya ha quedado en los corazones de muchos de los que allí se dieron cita.

El baterista Fabrice Bessouat
El intermedio se llevó a cabo el anunciado homenaje que Jazz San Javier rinde este año en toda su edición pero, especialmente, en esa jornada dedicada al blues (el preferido del homenajeado), a un miembro del equipo fundador de este festival. Se trata de José Andrés López, a quien algunas veces se le ve por el pasillo central con su atuendo característico de gorra, su coleta, gafas absolutamente diferentes a las de cualquier otro, sus muchas pulseras hippies o sus varios relojes de pulsera. Es inconfundible e indispensable. Su labores han sido diversas, pero hay una en la que siempre ha estado: el recibir, atender y despedir a todos los músicos que llegan al festival cada año. Según relataba, “ha hecho muchas amistades con ellos y también con muchos de los aficionados que cada año se acercan al festival”. Alberto Nieto, el director, destacaba que “no hay músico que no conozca a José Andrés y cuando comprobamos que esto era así, supimos que habíamos dado con la persona adecuada”. José Andrés López se jubila en este 2015, pero va a seguir estando en el festival. El homenaje no fue sólo de sus compañeros, sino de todos aquellos que de una u otra manera hemos tenido, y tenemos, que tratar con él. Un puñado de camisetas con un diseño de su cara fue el detalle de todos nosotros para con este icono de Jazz San Javier.

A la izquierda, Ramón Torres, autor del Cartel de San Javier y del diseño de las camisetas. A su lado, el homenajeado José Andrés López
Y llegó la segunda parte de esta jornada dedicada al blues. Las voces femeninas no suelen prodigarse en este género; sí lo hacen mucho más en el jazz. Pero el blues pareciera que es más para los cantantes, aunque no han faltado nunca voces femeninas. Pues bien, una de las que lideran en estos momentos el género es Janiva Magness, nacida en Detroit hace 58 años, que posee una de las voces más potentes y originales del blues y soul en Estados Unidos. Su adolescencia estuvo marcada ya por la tragedia, al vivir el suicidio de sus padres. Y más tarde, mientras iba de una a otra casa de acogida, se quedó embarazada y tuvo que dar su hija en adopción. Es decir que todas estas circunstancias marcaron su vida y su manera de interpretar el blues, al que llegó por una colección de discos de su padre. Su concierto en San Javier comenzó con una introducción instrumental a cargo de su banda compuesta por Alex Schultz, a la guitarra; Gary Davenport, al bajo; Red Young, teclados y Hammond B3, y el baterista Matthew Vincent Tecu. “Reality”, “”G Goove”, “F For Breddy”, “Whoop and Holler” y "There It Is" fueron sus primeras tarjetas de visita, que el público supo recibir con gran cariño y entusiasmo. 

Janiva Magness en un momento de su concierto
El mayor tesoro de Janiva Magness es su voz, con la que nos muestra toda su fuerza interpretativa cargada de matices y mostrándose sensual, cuando la ocasión lo requiere. Y como lo que aquello requería era música, Janiva y su grupo atacaron otra tanda de piezas, que rayan entre el blues y el soul, tales como “I Won't Cry”, “The Hard Way”, “Twice As Strong”, “When You Were My King” o “Everything Is Alright”, con las que fue desplegando su tarro de sabiduría, su voz acariciadora en momentos y desgarradora en otros.

El bajista Gary Davenport
La trayectoria musical de Janiva Magness es larga y dura en el trabajo. En la década de los 80 se trasladó a Phenix, donde conoció a Bob Tate (había trabajado con Sam Cooke), que se convirtió en su mánager. Por entonces creó el grupo Janiva Magness & the Mojomatics, aunque después se les conocería como The Town´s Best Blues Band. Su primer trabajo discográfico llegaría en 1997, "Janiva Magness & Jeff Turmes", y desde entonces a este 2015 han sido un total de diez discos, a través de los cuales Janiva Magness ha ido mostrando su progresión y duro trabajo que se remonta a su adolescencia. 

El veterano guitarrrista Alex Schultz
Su último disco, “Original”, está conformado por temas todos ellos de su cosecha. Y de su amplio repertorio, Janiva fue ofreciéndonos esos matices vocales con canciones como “With Love”, “Judgement Day Blues”, “The Devil Is An Angel Too”, “Walkin' In The Sun” o la que cerraba su concierto en Jazz San Javier, “I Need a Man”.

Matthew Vincent Tecu, a la batería
A pesar de ser domingo y estar ya en ciertas horas peligrosas para el descanso (si es que hay que madrugar para trabajar al día siguiente), el público no se movía ni de sus asientos ni del foso y pedía un poco más. La cantante norteamericana regresó sola al escenario, para regalar un bis a capella titulado “The Soul Of A Man”. Fue magistral, emocionante y de agradecer. 

Red Young en el Hammond B3 y teclados
Tal vez tras esa canción, muchos comenzaron a comprender por qué es una de las voces del blues femenino más apreciada y por qué, en este 2015 y creo que por tercera ocasión, se le ha concedido el Premio a la Mejor Voz Femenina de Blues. Es Janiva Magness. Si tienen ocasión de verla en directo, no se la pierdan.

En resumen, una sexta jornada muy especial dedicada al blues, con dos grandes artistas del género que atienden a dos generaciones diferentes. Kenny “Blues Boss” Wayne y Janiva Magness. Y noche también, para homenajear en su jubilación, a uno de los miembros originales del equipo que creó este Festival Internacional de Jazz de San Javier: José Andrés López. Para dentro de dos jornadas, se nos anuncia la llegada de un músico muy esperado por los aficionados al más puro jazz: el pianista Brad Mehldau y su trío.

Todas las fotografías son obra de GOIO VILLANUEVA


El grupo que acompaña a Janiva Magness


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