viernes, 24 de julio de 2015

LA MÚSICA DE MOMPOU SE HACE JAZZ JUNTO A LA MUSETTE PARISINA.

El trío español compuesto por Picazo, de Lera y Cucciardi realizan una original fusión, como preámbulo al concierto que ofreció el franco-italiano Richard Galliano. 

El trío e invitados durante su original concierto.
La música, en general, ha venido registrando cambios que la han hecho evolucionar y enriquecerse con el paso de los siglos. Y a la de jazz le ocurre tres cuartos de lo mismo, desde su nacimiento como estilo musical. Si repasamos la Historia de esta música podremos observar las diferentes etapas y estilos que se han dado. En España, este género ha costado mucho esfuerzo el reunir a músicos interesados por él; y mucho más el lograr, poco a poco, atraer aficionados. Pero como dijo Machado “se hace camino al andar” y, afortunadamente, hoy gozamos de un excelente plantel de muy buenos músicos de jazz. Buenos y atrevidos músicos que no dudan en experimentar, fusionando diversas tendencias, a la búsqueda de nuevas fronteras y sonidos con resultados que sean aceptados por los aficionados. Pues bien, unos cuantos de esos músicos son el trío conformado por el pianista Daniel Picazo, Diego de Lera en el contrabajo y el baterista Felipe Cucciardi. Su zona de experimentación es Valencia, desde donde proyectan sus experimentos y conocimientos al resto de España y hasta donde puedan llegar. De momento, Jazz San Javier ha contado con su concurso en esta XVIII edición, para ofrecernos un concierto original y brillante. 

Kiko Berenguer puso el toque más jazzístico.
Para la ocasión, el trío invitó al saxofonista Kiko Berenguer y a Voro García, trompeta. También a la cantante Carmen Bou y al cellista David Forés. Con todos ellos, el trío dejó sonar desde el escenario del Parque Almansa una actuación que contó con tres partes diferenciadas pero a cuál de ellas más intensa. Tras ellos, un regreso esperado que gustó pero dejó un sinsabor un tanto amargo por no ceñirse a lo anunciado: el acordeonista Richard Galliano.

Daniel Picazo proviene del clásico y ha sido el adaptador de la música de Mompou al jazz.
Ya durante la década de los años 60 del pasado siglo XX, se tiene conocimiento y grabaciones de músicos que han llevado al terreno del jazz las composiciones de algunos de los grandes nombres de la clásica como Bach. Pero lo que no habíamos tenido ocasión de comprobar es cómo quedaría adaptar las composiciones del músico español Federico Mompou a este apartado. Y, ciertamente, se puede asegurar que nada mal. La música de Mompou conformó la primera parte del trío formado por Picazo, de Lera y Cucciardi –con la participación de Kiko Berenguer y Voro García-, con tres de sus creaciones: “Impresiones Íntimas (I y II)” y “Canción nº VI”. El trabajo realizado por el trío merece todo el respeto y admiración de los aficionados, ya que el resultado es de sobresaliente y al que hay que sumarle el mejor hacer del saxo de Berenguer y la trompeta de García.

El contrabajista Diego de Lera.
La primera pieza estuvo interpretada por el contrabajista Diego de Lera, que puso al público expectante ante lo que allí podía suceder, musicalmente hablando, y que el auditorio premió, al final, con un caluroso aplauso. Le siguió ya todo el trío y el concurso del trompetista Voro García, colocando un punto de bop en la adaptación de la música de Federico Mompou que nos situaba, perfectamente, en los terrenos del jazz. Y la tercera pieza “Canción y Danza nº 6”, nos deslizó por una balada en la que por momentos podía situarnos en aquellas otras que han conformado buena parte de la Historia del Jazz. Aplausos del público para el trío (cuarteto en otro momento) llegados desde Valencia. 

El trompetista Voro García posee una amplia gama de registros.
Daniel Picazo dio las gracias y las buenas noches y explicó cómo habían adaptado estas creaciones del músico catalán escritas para piano. Después, Picazo anunció dos temas estándar del libro jazzístico. El primero formó parte en su día de la primera versión cinematográfica de “El Mago de Oz”, en la que hay una introducción de casi cinco minutos de Felipe Cucciardi en la batería utilizando las mazas. A continuación, se suman el contrabajo, piano y el saxo soprano de Kiko Berenguer, en una versión original en la que el cuarteto se recrea con autoridad. Y después, “Beautiful Love” (tema escrito por Wayne King, Víctor Young y Van Alstine en 1931), en la que destaca la primera parte solista de Voro García a la trompeta, con una recreación a la inversa: Esto es, un tema de jazz llevado a terrenos de la clásica. La participación del saxo de Berenguer volvía a colocar la pieza en sus terrenos originales y obligando a la trompeta y al quinteto, en suma, a regresar a esa parcela. Divertimento musical que el auditorio reconoció con otra ovación.

Felipe Cucciardi en un momento del concierto.
Y, finalmente, los otros dos invitados del trío hacían su aparición sobre el escenario. Se trata de la cantante Carmen Bou y el cellista David Forés, con los que atacaron “Nana in Menor” abriendo el campo musical aún más a través de la voz femenina y la calidez del violonchelo. Todo normal, hasta que irrumpe de nuevo el saxo de Berenguer para llevarse la pieza hasta la música cubana, que refuerza la trompeta de Voro García quien devuelve la pieza al camino de la nana por medio del cello de Forés. 

Carmen Bou interpretando una nana.
Un trabajo imaginativo y bien realizado, que los asistentes supieron premiar con sus aplausos. De nuevo, Picazo presenta a los invitados y al trío, además de explicar que en esta última parte del concierto son temas propios y se ha comenzado con una nana (explica Picazo, que aunque no lo parezca), para continuar con una pieza que el pianista dedicó a su vesícula (la cual ya no disfruta de su cuerpo) y “Song For Eva” (“Canción para Eva”), con la que finalizaban su paso por Jazz San Javier. El auditorio les ovacionaba y ante la insistencia, el trío solo interpretó su versión del tema de Avishai Cohen “Remembering”. Mi enhorabuena personal a estos músicos españoles de Valencia, por su apuesta (no exenta de riesgo) que les suma unos méritos difíciles de lograr en ocasiones.

Otro de los invitados del trío, David Forés.
Para la segunda parte de esta novena jornada del XVIII Jazz San Javier, se nos anunciaba el regreso del acordeonista franco-italiano Richard Galliano, con un homenaje a la que fuera Dama de la Chanson francesa, Edith Piaf, y que, finalmente, quedó en un mero anuncio ya que Galliano puso sobre el escenario un concierto conformado por una selección de su amplia obra musical, además de su homenaje o recuerdo que en cada concierto tiene para quien fuera uno de sus maestros y amigo, Astor Piazzolla.

Richard Galliano durante el concierto de su cuarta visita a San Javier.
No se puede dudar que San Javier tiene querencia por una serie de músicos que han visitado ya su Festival de Jazz. Uno de esos músicos es Richard Galliano, cuyo debut en esta cita se remonta a la edición V celebrada en 2002; año en el que también se instaura el Premio del Festival a Toda una Carrera Musical concediéndosele a Galliano el primero de esta serie. Desde entonces, el acordeonista galo se ha convertido en uno de los preferidos del público de Jazz San Javier y ésta de 2015 es su cuarta visita. Para la ocasión, Galliano se ha hecho acompañar de su New Musette Quartet conformada por el contundente contrabajista Yaron Stavi; Hans Van Oosterhout, a la batería, y el invitado Sylvain Luc, uno de los mejores guitarristas de su país y de la escena europea.

Uno de los mejores guitarristas europeos del género es Sylvain Luc.
El concierto se iniciaba con “L'Hymne A L'Amour” (canción que daba título a su disco de 2007), “A French Touch”, “Laurita” y “Ballade pour Marion”, creaciones todas ellas del acordeonista francés, que nos dejaba a todos un poco trastocados en cuanto, insisto en ello, a lo que nos anunciaba el programa. No así en relación a la interpretación, en la que Galliano es un valor seguro que, ahora, quedaba reforzado no ya por la sección rítmica que le acompañaba (que también), si no por los solos que Sylvain Luc nos ofrecía cuando Richard le dejaba su espacio.

La contundencia del contrabajista Yaron Stavi se puede apreciar hasta en su cara.
En esta ocasión, Richard Galliano ha ido encadenando dos temas en cada ocasión, para no parar el ritmo del concierto. Así, “Fou Rire” sonó pegada a “Ballade pour Marion”, tras una transición delicada del guitarrista Sylvain Luc. A continuación llegaría una balada preciosa, con la accordina como protagonista: “Spleen”. Y tras ella, Galliano y su cuarteto continuarían con “Waltz for Nicky”, su especial recuerdo para Piazzolla a través de “Oblivion” y finalizar el concierto con “Tango pour Claude”. 

Hans Van Oosterhout era preciso y sutil con las escobillas.
El público de San Javier, su público, supo perdonar que Richard Galliano no se atuviera a lo anunciado en el programa. Y aunque muchos nos quedamos con las ganas de conocer su visión del cancionero de Edith Piaf (que no realizó), se le perdonó por el nuevo y magnífico concierto que dejó sobre el escenario del Parque Almansa. Tan es así lo que les cuento, que el público insistió en que regresara al escenario; lo hizo para con la accordina hacer el bis: “Aurore”.

En definitiva, novena noche de Jazz San Javier en la que la música del catalán Federico Mompou traspasó sus terrenos del piano para adentrarse en el jazz, que luego dejó paso a la musette parisina que siempre nos regala uno de los mejores acordeonistas del mundo: el francés Richard Galliano. La jornada décima de esta XVIII edición promete mucho ya que vamos a tener la oportunidad de presenciar el concierto de uno de nuestros valores más prometedores: el cantante, compositor y saxofonista gaditano (de La Isla, como el gran Camarón), Antonio Lizana y su Septeto. En la segunda parte, el Premio del Festival de esta ocasión para una voz femenina que ya está considerada como una de las damas del género: Dianne Reeves. 


Todas las fotografías son obra de GOIO VILLANUEVA

El New Musette Quartet de Richard Galliano.


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