El
cantante Allan Harris cautivó a un auditorio entusiasmado con su voz. El tándem
Lee Ritenour y Dave Grusin pusieron las notas festivas en una noche que tuvo
una visita inesperada: La lluvia.
Allan Harris y su trío, durante su primer concierto en San Javier. |
El XX Jazz San Javier nos había preparado
para la tercera jornada dos conciertos de grandes maestros del género, pero en
diferentes especialidades. Los estándares vocales a cargo de uno de los más
importantes cantantes que posee el jazz actual: Allan Harris. Todo un descubrimiento
para muchos de los aficionados que se daban cita en el auditorio del Parque
Almansa, a los que Harris cautivó con su magnífica voz que se vio muy bien
arropada por el trío que lo acompaña. Después, el regreso de un tándem que
siempre han hecho las delicias del público poniendo, de una manera clara y
natural, el ambiente festivo con su fusión de estilos que nos trasladan a cotas
de interpretación y ejecución difíciles de superar. Nos referimos al
guitarrista Lee Ritenour –considerado uno de los mejores del género- y al
pianista, teclista y compositor Dave Grusin (ganador de varios Oscar por sus
bandas sonoras para películas, entre otros galardones). Durante su concierto,
la lluvia se convirtió en la protagonista por unos minutos aunque no interrumpieron
su actuación. Ahora les cuento.
El cantante neoyorkino Allan Harris interpretando una de las canciones de su repertorio. |
La primera parte de esta tercera jornada
en el XX Jazz San Javier estaba protagonizada por un cantante proveniente de
Brooklyn, aunque muchos lo han considerado como un valor de Harlem. Nos
referimos a Allan Harris que aunque nacido en 1956 su, digamos, boom se produjo
en las década de los 90 del pasado siglo XX. Harris es conocido por sus
composiciones, producciones y su magnífica voz que utiliza para interpretar,
sobre todo, temas muy conocidos del jazz. Bueno, del jazz o cualquier estilo al
que Harris le vea posibilidades de impregnar un aire nuevo, distinto. Algunos
lo comparan como el resultado de mezclar a Sinatra con Nat King Cole y Tony
Bennett; éste último dice de él que “es su cantante favorito”. Bueno, ya sabemos
que los norteamericanos son muy dados a colocar etiquetas a casi todo. Pero lo
cierto, después de escucharle en directo, es que posee una voz envidiable para
cantar jazz o lo que le echen. Allan Harris es pulcro en sus interpretaciones y
puestas en escena. Para abrir su primera actuación en Jazz San Javier eligió un
clásico que ha sido versionado en muchas ocasiones: “Fly Me To The Moon”.
Pascal La Boeuf buscaba los sonidos del piano y órgano. |
Tras este estándar que muchos hemos
escuchado a Frank Sinatra, Allan Harris saludó y continuó con dos piezas más
que ampliaron para el público los conocimientos que del cantante deseaban
comprobar. “Can’t Live My Life Without You” y “Mothers Love” que
dejó un regusto en el auditorio, situándonos en esos grandes conciertos en los
que se despliegan los temas del Libro del Jazz norteamericano que alimentan, en
tantas ocasiones, nuestras almas. Los asistentes ovacionaban a Harris y su trío
conformado por el pianista Pascal Le Boeuf; el contrabajista canario, afincado
en Nueva York, Paco Perera, y la baterista (sencillamente magnífica, delicada y
de muy buena ejecución), Shirazette Tinnin.
La baterista y percusionista Shirazette Tinnin atenta a las evoluciones de Harris. |
Allan Harris tenía el control del
concierto en todo momento y fue dosificando esas canciones por una mayoría
conocidas, para ir creando un buen y estable clímax musical como demostró con
“Miami”. Después de un tema sosegado otro más rítmico en el que el órgano cobró
protagonismo: “Up From The Skies”. El resultado era el que Allan Harris deseaba
y no era otro que el atrapar a ese auditorio con su estilo, repertorio y
músicos para dejar un recuerdo que permanezca en todos y cada una de las
personas que escuchábamos su actuación.
El contrabajista canario afincado en Nueva York, Paco Perera, que lleva un año en la formación que acompaña al cantante de Brooklyn. |
La verdad es que uno agradece el poder
presenciar, aunque sólo sea de vez en cuando, este tipo de conciertos que te
dejan como nuevo. El cantante de Brooklyn lo debe detectar y por ello, sus
repertorios son equilibrados para conseguir esa sensación. Por ello, Harris
prosiguió con “Doralice” (una pieza más sosegada de Joao Gilberto) y continuar
con “Blues Was Angry”, que interpretó acompañándose de la guitarra acústica y
en la que, de nuevo, el órgano puso el ambiente preciso de ese blues. Y es que
este trío funcionaba a la perfección sonando compacto y bien definido.
Allan Harris acompañándose de su acústica en ese blues. |
En la recta final de su primer concierto
en Jazz San Javier, Allan Harris nos obsequió con otra oleada de temas como “My
Funny Valentine”, “Any Major Dude”, “I remember You” y “Black Coffee Blues”,
antes de “Nature boy” con el que daba por finalizada su participación en el XX
Jazz San Javier. El público, puesto en pié, le ovacionaba y reconocía su valía
que el músico y sus compañeros agradecieron. Pero, como de costumbre, ya se
sabe que el auditorio pidió más y Harris y su trío regresaron al escenario para
regalar una pieza más de Elton John, “Take me to
the pilot”, con la que, ahora sí, daban por concluida
su actuación en esta edición del festival marmenorense. No nos importaría
volver a escucharle en próximas ediciones, porque Allan Harris ha quedado ya
entre uno de los favoritos del público. Una recomendación: No pierdan sus
próximos discos, porque seguro que continuamos llevándonos sorpresas.
También con el cajón flamenco acompañó Shirazette Tinninn. |
La segunda parte fue diferente en cuanto
a los matices y maneras de abordar el jazz. Porque estamos refiriéndonos a dos
grandes y pioneros de la fusión: El guitarrista californiano Lee Ritenour, y el
compositor y pianista Dave Grusin. Junto a ellos, una sección rítmica que en
esta nueva visita de los dos primeros a Jazz San Javier, se mostraron
inspirados, rítmicos y felices en el escenario. Nos referimos al contrabajista
Tom Kennedy (también utilizó el bajo eléctrico de cinco cuerdas) y el joven
baterista, hijo de Lee, Wesley Ritenour.
El guitarrista californiano Lee Ritenour regresó a San Javier por cuarta ocasión. |
Para abrir el concierto de esta XX
edición, “The Village”, pieza que daba paso a toda una selección de sus
abultadas creaciones a lo largo de más de 40 años de trayectoria musical,
muchas de las cuales ha grabado junto a Dave Grusin (hay testimonios video
gráficos de lo que les indico). El cuarteto se instalaba sobre el escenario al
igual que en anteriores visitas. Dave Grusin a la izquierda del espectador con
su gran cola y a su derecha, los dos teclados con los que crea ambientes más
progresistas. Casi junto a él, más hacia el centro del escenario, Lee Ritenour
y sus guitarras (una a cada lado). Un poco más allá e igualmente centrado, Tom
Kennedy y su contrabajo con el bajo de cinco cuerdas eléctrico dispuesto para
entrar en acción. Y a la derecha del todo mirando hacia ellos tres, Wesley
Ritenour con su batería a la que incorporaba dos cajas, para lograr dos sonidos
diferentes en la pegada.
El cuarteto al completo durante su actuación. |
Así las cosas, el público mantenía su
expectación sobre el cuarteto ya que eran conocedores de que en la próxima hora
y media iban a disfrutar y mucho. El cuarteto atacó una creación de Jobim –que
también grabó Santana en su “Caravanserai”- titulada “Stone Flowers”, para
continuar por ese sendero carioca que nos legó Antonio Carlos Jobim y dejar
sonar “Chovendo na Roseira”. Ritenour conoce bien
al auditorio de Jazz San Javier y es consciente de que la música brasileña
gusta, como también el blues y otras derivaciones que se han incluido en los
terrenos del jazz.
Tom Kennedy disfrutó de la actuación dejando muestra de su dominio con el contrabajo y el bajo eléctrico de cinco cuerdas. |
Pero si
de alguien es un fiel seguidor el guitarrista californiano ese es el recordado
Wes Montgomery, al que le ha dedicado un tiempo extenso en su dilatada
trayectoria. Para demostrarlo, Ritenour, Grousin y la sección rítmica atacaron
“Wes Bond” y “4 on 6”, en las que Tom Kennedy –que ya
había dejado una primera carta de su maestría al contrabajo- volvió a las
andadas con el eléctrico de cinco cuerdas. Y Mientras tanto, la lluvia nos
visitaba inesperadamente por espacio de diez minutos. Los técnicos tuvieron que
emplearse en tapar con plásticos los amplificadores y monitores para evitar el
agua, pero los músicos ni se inmutaron. Bien es verdad que no llovió de manera
copiosa, aunque sí molestosa. Al finalizar estos temas, Dave Grusin tomó el
micrófono e indicó que “la lluvia es buena”, ante la carcajada general del
público, y anunció otra pieza más de Jobim, Chico Buarque y Vinicius de Moraes:
“Ohla María”.
El gran Dave Grusin tocando los teclados, con los que creaba atmósferas musicales muy avanzadas. |
La fiesta ya hacía rato que se celebraba
desde el escenario del auditorio Parque Almansa desplegándose por todo su
aforo. Si mirabas podías ver rostros de alegría, satisfacción y ganas de
continuar disfrutando. Y el cuarteto, lejos de arrugarse, se lanzó con otra
serie de aldabonazos musicales como “A Littel Bit Of This And A Littel Bit Of That” (un rato de protagonismo
para Wesley Ritenour) y finalizar con “Wild Rice”. Todo el auditorio se puso en
pié aclamando a estos dos grandes del género, que no defraudaron aunque por lo
escuchado en visitas anteriores, sí podían haber reformado un poco el
repertorio ya que la discografía de ambos es muy extensa. No obstante, no se
les puede reprochar nada; antes al contrario, el agradecimiento de un público
entregado y fiel que solicitaba una más de estos músicos pulcros y
perfeccionistas donde los haya.
Wesley Ritenour atento a las evoluciones del concierto para el que, como se puede apreciar, utilizó dos cajas diferentes buscando sonidos distintos. |
“Río Funk”,
un clásico de los conciertos de Lee Ritenour, puso ese broche final a un
concierto impecable. En resumen, la noche de las grandes estrellas que supieron
brillar, y de qué manera, en el XX Jazz San Javier con luz propia e intensa. Este
viernes 7 de Julio, nos visitan otros grandes nombres. El primero considerado
como el sucesor de Antonio Carlos Jobim: Nos referimos al pianista,
compositor y cantante brasileño Ivan Lins. En la segunda parte, un trio español
que hace furor en los terrenos del blues: Mingo Balaguer, Francisco Simón y
Lluis Coloma, con invitación a la cantante Tia Carroll. Otra noche, a priori,
de muy buenas sensaciones y espectáculo. Ojalá que la lluvia o las tormentas
anunciadas, no nos fastidien la fiesta. Se lo contaré.
Las fotografías son obra de Goio Villanueva. Pinchando en el nombre puedes visitar su web.
Tom Kennedy indicando al auditorio que no ocurría nada porque lloviera. Simpático hasta el final. |
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