La invitación hecha por IMP al bajista, Teo Marin, fue todo un acierto porque precisamente él fue el hilo conductor sobre el que el trío pergiñó su concierto en MUSIKJAZZ. Una actuación que iniciaba, como casi siempre, mi admirado Sebastián Mondéjar con los cencerros, al que se enganchó casi de inmediato Pepe Riquelme. Tan súbito fue ese comienzo que el invitado, Teo Marin, saltó al escenario a coger su bajo y dejar sonar sus primeras escalas. Pepe Navarro fue el último en engancharse a esta primera pieza, porque andaba ajustando el nivel de los micrófonos y del sonido de la sala. Pues una vez todos reunidos ya sobre el escenario, las ideas personales de cada uno de estos tres percursionistas comenzaban a fluir rápidas y trepidantes. Tan es así, que personalmente me quedé un poco perplejo de comprobar cómo esa noche, el trío andaba muy inspirado. Y así era, lo que ocurre es que también muy pronto me dí cuenta de una circunstancia "anómala" en los conciertos que he visto de IMP: el bajista se estaba convirtiendo en el guía.
Ahí le tienen. Es Teo Marin, con su guitarra de bajo en ristre y esa "peligrosa" rubia asomando su cabeza, con gafas de sol y cigarrillo en la boca, como insinuándonos que entráramos en ambiente. Y la verdad es que a nadie de los que allí nos dimos cita nos fue difícil eso que pedía la rubia. Porque sin parecer un "incondicional", un concierto de percusión (más ahora, con guitarra de bajo) tiene su magnetismo que de ninguna manera llega a ser molesto si la ejecución, como es el caso que nos ocupa, se hace con limpieza y fluidez. ¡Qué plancentera sensación!
Pepe Navarro posee varios instrumentos percusivos y aunque generalmente las congas son las más usadas por su predilección, en esta ocasión le dio participación a los bongós, un bata, reco-reco, ago-gó... En suma, que Navarro llevó a cabo todo un despliegue de artilugios; se le veía "a gusto" y feliz, de ahí que las congas pasaran a ser una parte del todo.
Pero sin querer molestar ni desmerecer a ninguno de estos músicos, lo de Sebastián Mondéjar "se sale" de toda lógica. No publico la foto que, al igual que todas las que aquí aparecen son de Goio Villanueva (fotógrafo de conciertos donde los haya), pero Sebas tenía una exposición única. Tan es así que le sugerí a Goio que le sacara algunas fotos al que denominé "Mostrador de Sebastian". ¡Qué derroche de medios e imaginación! Sebastián Mondéjar es, además de músico y mejor persona, poeta y "observador de la vida"; un término, este último, que se perdió en la noche de los tiempos porque somos muy pocos ya (casi todos de generaciones veteranas), los que nos gusta "presenciar con atención" todo aquello que pasa por nuestros sentidos. Y si alguno de nosotros es el ejemplo palpable ése es, sin duda, Sebastián Mondéjar. Lo que tiene en sus manos son una especie de "clótalos" a lo grande (no recuerdo el nombre de este instrumento autóctono, como la mayoría de los que posee), que marcan un sonido a caballo entre la castañuela y la caja china. Al menos así me lo parece. Pero es que no contento con ello, por el transcurrir de las piezas -siempre improvisadas y originales- aparecieron otras percusiones muy singulares, a las que Sebastián les daba protagonismo y su impronta. Se trata, en suma, de marcar matices y colorido para lograr un resultado rico, único y espectacular.
La segunda colaboración prevista de la noche corrió a cargo de la cubana, Nierka López (de azul en esta foto), que nos deleitó mucho menos -por lo escaso, que no por su calidad vocal- de lo que la mayoría de nosotros hubiésemos querido. Pero parecía no desear importunar demasiado el protagonismo de IMP. Una intervención delicada, como corresponde a una mujer, pero con firmeza cubana. Me apetece mucho poderla escuchar en un concierto, porque mis ancestros cubanos me indican que será inolvidable.
Ahí le tienen. Es Teo Marin, con su guitarra de bajo en ristre y esa "peligrosa" rubia asomando su cabeza, con gafas de sol y cigarrillo en la boca, como insinuándonos que entráramos en ambiente. Y la verdad es que a nadie de los que allí nos dimos cita nos fue difícil eso que pedía la rubia. Porque sin parecer un "incondicional", un concierto de percusión (más ahora, con guitarra de bajo) tiene su magnetismo que de ninguna manera llega a ser molesto si la ejecución, como es el caso que nos ocupa, se hace con limpieza y fluidez. ¡Qué plancentera sensación!
Pepe Navarro posee varios instrumentos percusivos y aunque generalmente las congas son las más usadas por su predilección, en esta ocasión le dio participación a los bongós, un bata, reco-reco, ago-gó... En suma, que Navarro llevó a cabo todo un despliegue de artilugios; se le veía "a gusto" y feliz, de ahí que las congas pasaran a ser una parte del todo.
Pero sin querer molestar ni desmerecer a ninguno de estos músicos, lo de Sebastián Mondéjar "se sale" de toda lógica. No publico la foto que, al igual que todas las que aquí aparecen son de Goio Villanueva (fotógrafo de conciertos donde los haya), pero Sebas tenía una exposición única. Tan es así que le sugerí a Goio que le sacara algunas fotos al que denominé "Mostrador de Sebastian". ¡Qué derroche de medios e imaginación! Sebastián Mondéjar es, además de músico y mejor persona, poeta y "observador de la vida"; un término, este último, que se perdió en la noche de los tiempos porque somos muy pocos ya (casi todos de generaciones veteranas), los que nos gusta "presenciar con atención" todo aquello que pasa por nuestros sentidos. Y si alguno de nosotros es el ejemplo palpable ése es, sin duda, Sebastián Mondéjar. Lo que tiene en sus manos son una especie de "clótalos" a lo grande (no recuerdo el nombre de este instrumento autóctono, como la mayoría de los que posee), que marcan un sonido a caballo entre la castañuela y la caja china. Al menos así me lo parece. Pero es que no contento con ello, por el transcurrir de las piezas -siempre improvisadas y originales- aparecieron otras percusiones muy singulares, a las que Sebastián les daba protagonismo y su impronta. Se trata, en suma, de marcar matices y colorido para lograr un resultado rico, único y espectacular.
La segunda colaboración prevista de la noche corrió a cargo de la cubana, Nierka López (de azul en esta foto), que nos deleitó mucho menos -por lo escaso, que no por su calidad vocal- de lo que la mayoría de nosotros hubiésemos querido. Pero parecía no desear importunar demasiado el protagonismo de IMP. Una intervención delicada, como corresponde a una mujer, pero con firmeza cubana. Me apetece mucho poderla escuchar en un concierto, porque mis ancestros cubanos me indican que será inolvidable.
Y la sorpresa de la noche corrió a cargo de un chico negro y africano cuyo nombre desconozco, que nos deleitó con dos intervenciones vocales, enriqueciendo aún más lo que podríamos titular como un "concierto para las regiones". La suya fue una intervención simpática, agradable y sincera porque no estaba preparada. Tal vez (lo desconozco, porque no hablé con él y me marchaba del local casi al final del concierto ya que escuché las últimas notas por los pasillos de la plaza de toros), esas interpretaciones tuvieran también un tinte de nostalgia, de añoranza por la tierra madre que evocaron las percusiones de IMP. Tal vez fuera así y de ahí, la inesperada intervención. Pero de lo que sí estoy seguro es de que fue absolutamente sincera y acertada. La noche en MUSIKJAZZ con el trío IMP e invitados se podría haber incluido en el programa de las Fiestas de Primavera de Murcia, con la total seguridad de no haber defraudado al respetable.
Otra bella cronica, leyendola me vuelvo a situar en pleno concierto, que vaya pasada.
ResponderEliminarMis mejores deseos para Musikjazz esperando que se concvierta en el local de referencia en cuanto al Jazz que Murcia ciudad precisa.
Goio
Muchas gracias, Goio. Siempre tienes el comentario justo; lo digo por el futuro de MUSIKJAZZ y estoy absolutamente de acuerdo con tus propósitos. Ojalá que así sea porque no ya Murcia, sino sus músicos se lo merecen. Un abrazo y nos vemos pronto.
ResponderEliminarHola, paisano..., hola, Goio..., ¡vaya par de fenómenos! Si tocamos y lo pasamos tan bien como decís fue, entre otras causas, gracias a vuestra valiosa presencia (y, por supuesto, a la de Fuensanta) sin la cual no habríamos tocado con tanta seguridad y confianza. Fue una noche mágica y plena de emociones, como atestiguan tus gratificantes palabras, Andrés, a las que nada puedo añadir que no esté de más. Las fotos de Goio son el complemento perfecto y dan la medida exacta de lo bien que lo pasamos.
ResponderEliminarOjalá que MusikJazz nos depare muchas más noches como esta...
¡Un abrazo y un millón de gracias!