viernes, 22 de abril de 2011

HASTA SIEMPRE, JULIO.


Mi amigo Julio Muñoz, músico, se ha marchado hacia otros escenarios que desde hacía mucho tiempo le estaban tentando. Concretamente diez años en los que ha tenido que luchar contra esa tentación durante la cual, ella no ha escatimado momentos difíles para Julio con una "estrategia" muy difícil de superar o vencer.

Pero la capacidad que siempre ha tenido Julio para codearse con las dificultades y vencerlas es una cualidad que, personalmente, me ha tenido asombrado durante todos estos años (casi 40) de amistad con uno de los mejores, de los tres mejores que he tenido en mi existencia.

Supe de su "tentación" en el mes de julio (¡qué curioso!) de 2001, a través de sus entonces compañeros de escenarios, durante la celebración de la cuarta edición del Jazz San Javier. El conocimiento de aquel nuevo reto que se cruzaba en el camino de Julio Muñoz me dejó, la verdad, bastante preocupado. El tiempo fue transcurriendo y yo intentaba ponerme al tanto de cómo mi amigo "jugueteaba con aquella tentación". Por lo que me contaban, había momentos para todo gusto; algunos para el disfrute de Julio al saberse triunfador de sus "malabarismos" para no caer en el "juego" de su oponente. Otros, no se si los que más porque para Julio el mostrarse "débil" no era precisamente una de sus facetas fáciles, la "tentación" pareciera ser la ganadora aunque, al final, comprobábamos que no era así.

Y claro está, como en toda buena "tentación" que se precie, las estrategias para llevarse a mi amigo al terreno en el que su oponente quería fueron más acusadas y difíciles de descubrir y desmoronar. Pero Julio no se achicaba y como si el ave Fénix fuera volvía a resurgir triunfante y sonriente; con esa sonrisa socarrona de quien se sabe un estratega invencible.

Todo parecía ir bien, pero era tan sólo una ilusión para muchos de nosotros. Porque aún sin querer admitirlo, los más allegados a la realidad comprobábamos cómo la "tentación" ganaba terreno y Julio cedía a sus "encantos". Finalmente, en las primeras horas del lunes, 4 de abril de 2011, mi amigo, mi hermano Julio César Muñoz Mejías decía SÍ a una "tentación" que le había estado interpretando sus "Cantos de Sirena", durante diez largos años.

Adiós, amigo y hermano. Tus nuevas composiciones y conciertos se escucharán y verán en esos otros escenarios a los que te has marchado. Y espero que esos nuevos retos resulten tan exitosos, como los que llevaste a cabo en estos otros escenarios terrenales. Algún día, nos volveremos a encontrar para recordar "viejos tiempos" y poder tocar juntos una vez más "Sunshine of Your Love".

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