El acordeonista Ludovic
Beier y su invitado, el violinista Pierre Blanchard, regalaron un concierto
pletórico y difícil de olvidar.
En la segunda parte de
esta cuarta jornada, la Travellin Brothers Little Band e invitados dieron la
vuelta al auditorio para pasearnos por Nueva Orleans.
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El acordeonista francés Ludovic Beier, en su regreso a Jazz San Javier. |
El Festival
de Jazz de San Javier mantiene en el tiempo diferentes constantes. Una de ellas
es su predilección por la música francesa y, dentro de ella, por los
acordeonistas. En esta XXI edición se ha vuelto a cumplir esa constante, con la
participación de Ludovic Beier Montmartre Quartet y su invitado: El violinista
Pierre Blanchard. Los cinco dejaron un concierto sobre el escenario y en los aficionados,
que será difícil olvidar por su limpieza, repertorio, simpatía y magnetismo
musical del que no podemos (ni queremos) sacudirnos. En la segunda parte, un
cambio absoluto de escenario para que la Travellin Brothers Little Band nos
invitara a un viaje blusero por las calles y campos de Nueva Orleans, al que se
sumaron Alex Schultz, Ian Siegal y la bella y contundente cantante finlandesa Ina
Forsman.
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Pierre Alain Goualch complementa desde el piano los temas de Beier. |
Francia
posee bastantes atractivos para el turismo. Uno de ellos es, sin duda, su
música; escuchar los acordeones o las guitarras interpretando “manouche” es un
sello inequívoco francés. Y en esos ambientes y terrenos conocimos al entonces
jovencísimo Ludovic Beier con este mismo cuarteto y en una posterior visita a
Jazz San Javier, con el trío de swing manouche en el que también estaba el
violinista Costel Nitescu. Ludovic ha crecido en edad y como compositor e
intérprete alcanzando unos niveles difíciles de lograr, cuando hablamos del
acordeón de botonera y de la acordina. Pero en su faceta creadora, Beier viene
demostrando un talento no muy común como constató en el comienzo de su
concierto con “Timgad”, la película a la que puso banda sonora en una
demostración de dominio de la fusión de diversos estilos.
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El contrabajista Gautier Laurent. |
Los primeros
aplausos se escucharon para que Ludovic Beier saludara en español, primero, y
en francés e inglés después presentando al cuarteto integrado por Pierre Alain
Goualch al piano; el contrabajista Gautier Laurent, y el baterista Fred
Delestre; estos dos últimos sustituían a los anunciados en programa. De
inmediato abordaron toda una selección de piezas que darían una amplia visión
musical de este joven acordeonista galo (40 años), con “Powell”, “Pont de
Grenelle” (primera con la acordina), una incursión por la música brasileña con
“Fleur do Brasil” o “Black Friday”, todas ellas compuestas por él.
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El veterano violinista galo Pierre Blanchard, que mantuvo algunos duelos musicales con Ludovic Beier.
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En ese
momento presentó a su invitado, el violinista Pierre Blanchard; uno de los músicos
destacados del jazz francés y ferviente seguidor del recordado Stéphane
Grappelli. Su obra es extensa aunque mucho más su participación con primeros
nombres del género a lo largo de sus más de 50 años de trayectoria. Dos
creaciones del propio Blanchard, “Ciden” y “Troublant Romeo” nos dieron la gran
dimensión del violinista, que continuó hasta el final participando en
“Pananathan”, “Around Toots” (dedicada al gran armonicista Toots Thielemans) y
finalizar con una pieza de mucho ritmo titulada “Paris Nord”. El público
aplaudía sin cesar solicitando una más, que el cuarteto e invitado ofrecieron
sin abandonar el escenario. Una original versión de “Liberty City” (Jaco
Pastorius), con la que el público disfrutó y agradeció esa entrega.
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Beier con la acordina, que utilizó en algunas piezas, como la dedicada a Toots Thielemans. |
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Ludovic Beier Montmartre Quartet y Pierre Blanchard. |
La segunda
parte nos iba a trasladar a otros terrenos, tal vez mucho menos bohemios que
las calles y ambientes de Paris, pero sin perder el hilo conductor de las
corrientes del jazz: el Nueva Orleans del blues. Sus protagonistas eran
Travellin Brothers Little Band, vascos de Leioa, donde parten los troncos con
las manos, muy cerca de Bilbao, según indicó el cantante y maestro de
ceremonias, Jon Careaga, quien subrayó: “Venimos de la tierra de Mordor”. Ahí
se ganó al público por simpatía y, a la vez, empatía con la música que
desarrolla esta banda, que ya cosechó muchos adeptos en su primera visita de
2012 (XV edición). Para la ocasión invitaron al guitarrista neoyorkino Alex
Schultz, el inglés Ian Siegal, el niño malo del blues, y un descubrimiento de
primer orden como es la cantante finlandesa Ina Forsman. La cosa prometía y
mucho.
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El Maestro de Ceremonias y cantante de la Travellin, Jon Careaga. |
“Better day”
y “Oh My river” fueron las dos primeras canciones que sonaron con esta Little
Band que puso el reloj en hora de inmediato. Entonces comenzó el desfile de
invitados. El escenario del auditorio acogió al guitarrista norteamericano Alex
Schultz, que fue recibido con un gran aplauso del respetable, y atacaron “No
use knocking”, “As good as it gets”, “Think” y “Sweet Corrine” en la que
aparece la guitarra del neoyorkino para el último disco de esta banda bilbaína.
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El primer invitado de la noche fue el guitarrista neoyorkino Alex Schultz. |
El
respetable se divertía bastante y muchos bailaban en sus butacas. Por eso, Jon
Careaga les invitó a bajar hasta el foso para hacerlo más libremente. Ya se
sabe eso de “no me toques las palmas…” Y apareció el “enfant terrible” del
blues, el británico Ian Siegal con su pañuelo recogiendo su cabello, su chaleco
sin camisa debajo… En suma, con ese aspecto de ser el chulillo de la pandilla y
se dejaron sonar “I’m the train”, “The Shit Hit”, “Gallo del Cielo” (corte
vaquero para esta pieza que referencia los espaldas mojadas) o “Sweet
Souvenir”, un blues lento para terminar su participación.
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El "Niño Malo" del blues, Ian Siegal segundo invitado de la Travellin. |
La última invitada
iba a levantar a los espectadores de los asientos y su admiración por tan guapa
mujer que canta, en ocasiones, con rasgos de Janis Joplin. Nos referimos a la
finlandesa Ina Forsman. Subida en unos tacones de aguja rojos, Ina comenzó a
soltar su espléndida voz con “Hanging Loose”, de su álbum del pasado 2016,
haciéndose con todo el auditorio al instante. Seguiría con otra pieza de ese
mismo disco, “Pretty Messed Up”, un poco más sosegada de ritmo y continuar en
esa línea con “Now You Want Me Back” (también con cierto tono vaquero) y
finalizar su invitación con “No Room For Love”, en la que el ritmo regresó para
que el personal no se relajara demasiado ya que quedaba la traca final.
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La belleza finlandesa y magnífica y contundente cantante, Ina Forsman, que recordó por momentos a Janis Joplin. |
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De izquierda a derecha. Aitor Cañibano, guitarra. Isi Redondo, batería. Inés Eleuteria, coros. Alain Sancho, saxo. Rubén Salvador, trompeta, y Juanan Díez, trombón.
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El programa
oficial había concluido, pero el público no estaba por la labor de marcharse a
casa sin más. Había que seguir con un poco más de esa medicina azul que tan
bien nos sienta. Jon indicó que ese era un festival de jazz y atacó, junto a
Mikel Azpiroz, el pianista, y la propia Ina Forsman “Wonderful World”. Cuando
ya habían cantado un par de estrofas, apareció en la grada entre el público, el
saxofonista Alain Sancho, que se marcó un solo a tono con la pieza y el
ambiente reinante. El delirio, para qué les digo más. Llamada general a todos
los músicos e invitados de esta Little Band, para interpretar “Midnight Train”
con el que, ahora sí, finalizarían su segundo paso por Jazz San Javier.
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Alain Sancho, entre el público, ejecutando un solo de "Wonderful World". |
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El pianista y organista del Hammond B3, Mikel Azpiroz. |
En
definitiva, una noche muy completa con una primera parte de musette y elegancia
que nos cautivó, con el acordeonista Ludovic Beier Montmartre Quartet y Jean
Pierre Blanchard al violín. Después, los vascos de la Travellin Brothers Little
Band y sus invitados, nos trasladaron a las calles y campos de Nueva Orleans en
un disfrute auténtico de blues, ritmos vaqueros y rhythm & blues que conforman
parte de lo que se escucha por la cuna del jazz y los estados del Sur. El personal
se marchó a casa sumamente contento.
Todas las fotografías son obra de Goio Villanueva. Si pinchas en su nombre puedes visitar su web y blogs.
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La Travellin Brothers Little Band e invitados, en el final de su concierto. |