jueves, 27 de enero de 2011

UN POCO DE BLUES Y OTRO POCO DE BOSSA


Lo he indicado en ocasiones anteriores, en este mismo espacio: La Puerta Falsa ha recuperado el esplendor y protagonismo que antaño tuvo. La nueva dirección ha tenido siempre claro que el jazz es la base, pero no se cierra a otras músicas y actividades que tienen cabida en un marco tan singular como el de esta mítica sala murciana.

Por ello, su responsable de programación, Pencho Colate, viene manteniendo un difícil equilibrio de conciertos que, hasta el momento, están dando un buen resultado. Es el caso del que protagonizaron DIKA DALTON BLUES. Una formación básicamente murciana, en la que se integra el británico Nick Bowers (Voz y guitarra); Juan Carlos Alcázar (bajo y coros); los hermanos Raúl y José Alberto Martínez (guitarras); Bismarck Sax (saxo, Mayarí, Cuba, última incorporación a la formación; y Carlos Griñán (batería). Faltó a esta cita Paul Reese (teclados y coros), pero a cambio se incluyó Weilon Murcia, un rappero que resultó muy original en esa mezcla con el blues.


El concierto de DIKA DALTON BLUES resultó perfecto, en cuanto al repertorio que se esperaba de ellos. Tal vez, le sobró sonido al grupo ya que La Puerta Falsa tiene unas condiciones "sobradas" para tal fin y cuando aparecen guitarras eléctricas, o cualquier otro instrumento de esas características, hay que llevar cuidado. Aún así, esta formación creada a caballo entre Murcia y Manchester (lugar de procedencia de los dos integrantes británicos) no defraudaron a los asistentes, que completaban el aforo de la sala.


Dos partes algo diferenciadas, en las que DIKA DALTON BLUES nos regalaron parte de su extensísimo repertorio con piezas stándars o de su propia cosecha. Así, se dejaron oir temas como "Mustang Sally", "Green River", "The Thrill Is Gone (con Weilon Murcia, en la segunda parte); "El Soufflé de la Ermita", o "Tor Dawn", "Stand By Me" y "The Breeze".




En resumen, un concierto para los muy aficionados a este género, el blues, que no salieron insatisfechos; todo lo contrario, contentos por haber disfrutado durante algo más de dos horas de esta música bien ejecutada por los DIKA DALTON BLUES y, como no, entre pieza y pieza, la ingesta de varias "birras". Que tiene que haber espacio y tiempo para todo.
Y unos días después, el programa que nos ofertaba La Puerta Falsa era absolutamente opuesto y bien diferenciado. La protagonista, la música de Brasil y dentro de ella, el bossa nova de Antonio Pomares Trío con Esther Fernández.


Mi amigo -músico y poeta, como Vinicius de Moraes-, Sebastián Mondéjar, me ha venido hablando en el tiempo sobre las excelencias y bondades de Antonio Pomares. Pero los calendarios no siempre casan bien y hasta el pasado día 21 de este mes de enero, no había tenido ocasión de poder asistir a uno de sus conciertos. Y me alegro de haberlo podido hacer por fin, porque disfruté de la personalidad de Pomares; del ingenio y calidez que Esther Fernández tiene en su voz; de la musicalidad derrochadora de mi tocayo, Andrés Santos, al clarinete y melódica; y, como no, de la terrible ingeniería percusiva de mi compadre, Sebastián Mondéjar, en ese "laboratoio" que en cada actuación se instala sobre el escenario.



En la primera parte de este concierto, algunas de las piezas fueron ejecutadas en un "tempo" algo más lento que las de su versión original. Pero es el "tempo" que caracteriza a Antonio Pomares; un músico al que le gusta tomarse las cosas (y la música no es una excepción) con relativa tranquilidad.

Para terminar de "adornar" ese amplio abanico de temas "bossa" que siempre rondan por nuestra cabeza, la voz de Esther Fernández poniendo el punto sensual que toda "bossa" necesita y que supo colocar muy bien. Temas como una original "Chica de Ipanema", que interpretó con su hermano Jesús (invitado a subir al escenario por Pomares); "Samba de una sola nota"; "Corcovado" o "Desafinado" o "Chega de Saudade" conformaron un concierto intimista, para amigos e incondicionales de esta universal música de Brasil. Seguro que muchos de nosotros repetiremos en el futuro.



Todas las fotos que aquí aparecen son obra de Goio Villanueva, cuya página y blog podéis visitar pinchando en los correspondientes enlaces que aparecen en la columna de la derecha. Hacedlo y no os arrepentiréis.

2 comentarios:

  1. Gracias, compadre, por la "media parte" de la crónica que nos toca. Acabo de enviarles el enlace a Esther y los músicos. Es curioso cómo las fotos de nuestro incombustible amigo Goio reflejan la atmósfera y la textura de ambos bolos. Ellos salen todos con los ojos bien abiertos; nosotros con los ojos cerrados o entornados. No hace falta decir más. Un abrazo.

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  2. Ni menos. Es cierto y, fíjate qué cosas, no había reparado en ello. Pero, como indico en mi crónica, eres músico y poeta y esao, compadre, da para mucho. Qué bien me lo pasé en la jam. Gracias por estar a mi lado con tus "ingenierías" de percusión. Un abrazo y nos vemos. Recuerda que tenemos pendiente el visionar el montaje de "Sangre y arena".

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