Tingvall Trío en su concierto de San Javier. |
El Tingvall Trío compuesto por el sueco Martin Tingvall , al piano; el cubano Omar Rodríguez Calvo, en el contrabajo, y el baterista alemán, Jürgen Spiegel, presentaban en su regreso al festival, su último trabajo discográfico titulado “Vagen” y que supone el cuarto de su trayectoria musical. El trío inició el concierto, con una pieza del propio Martin Tingvall dedicada a “Sevilla”, que logró arrancar los primeros aplausos del auditorio.
El líder y pianista, Martin Tingvall. |
Tras
presentar a la banda, Martin Tingvall y sus compañeros atacaron “Nimis”, “Sheik
shröder” y “Hösgtid” que envolvieron al público, una vez más, en los ambientes
tan particulares que crea este curioso trío europeo cuyas fusiones musicales
les han colocado en las primeras posiciones de los grupos punteros del jazz en
Europa. Ese estilo se hizo presente en piezas que ya conocíamos de sus
anteriores visitas a San Javier, como “Mustache”, “Hajskraj”, o una pieza más de su más reciente grabación, “Vaggvisa/Mogon”,
junto con el tema que da título al disco: “Vägen”. Y culminó
esta larga serie, con una creación mucho más jazzística, al más puro estilo de
los grandes músicos del género titulada “Mjau”, de su segundo disco titulado "Norr".
El contrabajista cubano Omar Rodríguez Calvo. |
Las piezas
que compone este trío internacional tienen un claro reflejo de la diversidad
cultural de sus integrantes, como queda patente en todas sus creaciones. Pero
además, Tingvall Trío lo hace fácil para el espectador al que “engancha” de
manera irremisible logrando, incluso, a transportarle a los imaginarios
escenarios naturales en los que esa banda sonora podría estar formando parte de
los mismos.
Jürgen Spiegel, el batería del grupo residente en Hamburgo. |
Con “Tuc Tuc
man” dieron por acabado su concierto en la presente edición del Jazz San
Javier, aunque el público no les dio tregua y pidieron más cediendo el trío a
tanta insistencia. Un tema más fue el
regalo de Tingvall Trío al auditorio de Jazz San Javier, en su regreso a la que
ya consideran una de sus casas. Magníficos y extraordinaris, como siempre.
El guitarrista madrileño Jorge Salan. |
La segunda
parte fue absolutamente contraria a cargo del guitarrista madrileño Jorge
Salan, que llegaba a esta cita por primera vez, a pesar de que lo suyo es puro
rock y poco tiene que ver con un escenario que, básicamente, dedica la mayor
parte de su programa a la música de jazz y sus derivados. Pero una de las señas de identidad de este festival de San Javier
es su atrevimiento, como lo ha demostrado en diversas ediciones
(recordamos los conciertos de country, o las incursiones en la música africana
de Richard Bona, o la visita de Lyla Down en la pasada edición, con un amplio
repertorio de la música popular mejicana) y no por ello ha perdido su esencia.
Desde que escribo sobre el mismo (y he asistido a las XV ediciones),
siempre he mantenido la similitud de San Javier (salvando las lógicas distancias)
con Montreux (la diversidad de estilos que en la ciudad suiza se concentran,
bajo el epígrafe del jazz). Por ello, en esta ocasión la dirección de Jazz San
Javier ha apostado por una de las mejores guitarras del rock español a nivel
internacional (no se olvide que Jorge Salan desarrolló buena parte de su
formación en Estados Unidos) habiendo tocado con parte de los grandes nombres
del género.
Fernando Mainer y Pau Álvarez, al fondo. |
A tenor de cómo se encontraba el anfiteatro del Parque Almansa, acordaremos que
no fue tan disparatado; sobre todo cuando más adelante, les cuente la sorpresa
que Salan y la dirección del festival nos tenían preparada. Pero, de momento,
relatemos lo que fue este enorme concierto del rock más potente que se registra en la actualidad en nuestro
país. Jorge Salan comenzó con “Depredador” y “Mar de Cristal”, para que el
auditorio fuera entrando en materia. Para ello, Salan realizó la prueba del
nueve: el personal tenía que lanzar un grito, cuando el grupo dejara sonar unas
primeras notas de “Tocar tierra”. Y vaya si estaban despiertos. Luego siguieron
“Aprendiendo a perder”, “En la tormenta”, “Reflejos del ayer” (que cuenta las
penurias de los músicos) o “La lluvia quedó atrás”, que terminaron por animar a
un público que, en general, ya lo estaba y, sobre todo, altamente expectante sobre
la sorpresa que el propio Salan había anunciado minutos antes.
Tras una
demostración en toda regla del poderío musical del batería, Carlos Expósito, y
del propio Jorge Salan en uno de sus muchos riffs que dejó al personal atónito,
se anunció al primero de los invitados de la velada: el bajista Luisma
Hernández. Su entrada en escena provocó un tema de U2, “Where the streets”. El
bajista del grupo, Fernando Mainer, regresaba al escenario y junto a Pau Álvarez
Santacatalina, en los teclados, la formación que presentaba el guitarrista para
este concierto quedó nuevamente ordenada. Después atacó, recordando el homenaje
que durante la pasada edición de Jazz San Javier se rindió a la memoria de Gary
Moore, con uno de sus más conocidos blues: “The Sky is crying”. A renglón
seguido, el violinista Roberto Jabonero (ex Celtas Cortos, entre otros) salió
al escenario para hacer una pieza en acústico y un tema más de Gary Moore
titulado “Over the Hills and Far Away”, durante el que hubo un bello duelo entre
Salan y Jabonero que resultó muy irlandés. Pero eso no era todo, porque habría
otra pieza de duelo entre guitarra y violín y hasta una tercera que inició el
propio Roberto Jabonero al estilo celta, interrumpido por un solo heavy de
Salan al que respondía sin inmutarse ni achicarse el violinista, broma
incluida. Bueno, el delirio se dejó ver en el público que daba clarísimas
muestras de su disfrute. Y entonces fue cuando se disparó la traca final.El batería Carlos Expósito. |
Jorge Salan subrayó que si hace unos años, cuando era un chaval, le
hubieran asegurado que compartiría escenario con todo un monstruo del rock en
España, no se lo hubiera creído. Ese monstruo no era otro que MIGUEL RÍOS. Tres
temas muy conocidos (el tercero compuesto junto a Salan) “Bienvenidos”, “Generación
Límite” y “Subsuelo” pusieron el colofón a un concierto grandioso en el que,
como se había anunciado, no faltaron las sorpresas. Unas sorpresas que, a tenor
de la reacción del auditorio, supo a poco porque pidieron más y más.
El invitado sorpresa de Jorge Salan: Miguel Ríos. |
En suma, una noche más a lo San Javier, con dos enormes y contrastados
conciertos. La grandiosidad y belleza que nos proporcionaron en su regreso el
Tingvall Trío y, a continuación, el rock potente y muy bien interpretado del
madrileño Jorge Salan e Invitados. Noche de sábado noche que como es habitual,
el público que asistió al Parque Almansa supo disfrutar a tope. Habrá que recuperse pronto, porque anuncia su llegada Ian Anderson y sus Jethro Tulls.
Las fotografías de esta XV edición de Jazz San Javier que se publican en estas crónicas son obra de GOIO VILLANUEVA.
Jorge Salan y su grupo con Roberto Jabonero y Miguel Ríos. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario