A lo largo de estos diez años de celebrarse en cada uno de ellos el ciclo "Músicas del Alma", se ha podido comprobar el por qué de su éxito: la amalgama de su programación. Y en esta décima edición, no se iba a producir la excepción. En esta ocasión (como ya le ocurriera al Jazz San Javier el pasado verano), la programación se ha visto disminuída en su cantidad pero no en su calidad. Y la amalgama continúa como se puede comprobar por lo programado; se comenzó con Patxi Andión (revolución de las conciencias) y este sábado, día 13 de febrero, se llegaron hasta San Javier (Murcia) una de las míticas bandas británicas de "blues y rock": Ten Years After. ¡Qué cambios tan alucinantes, ¿no?!
Pues, sí. Pero la cosa funciona y muy bien, a tenor de lo comprobado la víspera de San Valentín 2010, en la carpa que enmarca este ciclo de músicas. Otro lleno de la organización, en el que se dieron cita hasta tres generaciones de aficionados, para ver en directo -y en su único concierto en España- a este legendario grupo que como ave Fénix, se alza majestuoso y triunfante una vez más para conquistarnos a todos sin remedio (y ¿quíen lo quería, si no para subir hasta el cielo y recobrar el pasado hoy?).
El cuarteto surgido en 1965 y consagrado en 1968 en la Inglaterra de The Beatles, Rolling y Cream cosechó triunfos con temas que han quedado en la memoria colectiva. Con participaciones en dos grandes y míticos festivales: Woostock y la Isla de Wight. Fueron años esplendorosos en todos los sentidos, hasta llegar a 1975; fecha en la que el guitarrista, Alvin Lee (aquél que hizo una versión espeluznante en Woostock de " I'm Going Home") decidió continuar sin sus compañeros de viaje hasta entonces. Ese abandono constituyó el principio del fin, a pesar de los tres intentos que en los años posteriores al 75 se llevaron a cabo por parte de los restantes tres fundadores de Ten Years After: Leo Lyons, Ric Lee y Chick Churchill.
No sería hasta 2002 -con la incorporación de ese combustible necesario llamado Joe Gooch- el resurgir de la banda británica, que no solamente remozó sus viejos y añorados éxitos sino que creó otros nuevos, en los que los "abuelos" y su chico Gooch (contaba entonces con 27 años) revolucionaron a esa tercera generación que desde entonces se da cita en sus conciertos, como ocurrió en San Javier, desplegando todo su poderío musical y sonoro.
Al final, el personal no deseaba que aquello finalizara. El delirio del “blues” había hecho estragos una vez más, entre los que son empedernidos aficionados del género y los que no lo son ni tanto o nada. Y es que el sonido de Ten Years After continúa siendo uno de los mejores conservados del blues blanco británico, a pesar de que han transcurrido ya mucho más de Diez Años Después de ello.
La próxima cita en el ciclo “Músicas del Alma” será el próximo día 27 de febrero del año en curso, con un escenario y motivación absolutamente opuesto: la poesía hecha canción, de Pablo Milanés.
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La autora de las fotos es Marta Pinilla Aldaraví
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