lunes, 11 de julio de 2011

JAZZ BOHEMIO Y VANGUARDISTA, A LA VEZ QUE ELEGANTE

Jazz San Javier ha celebrado la cuarta jornada de su XIV edición en plena semana, con dos conciertos que ofrecieron diferentes ambientes jazzísticos. El primero, nos situó en un escenario francés ya que su protagonista también lo es. Nos referimos al, para mí, gran acordeonista Ludovic Beier y su cuarteto. La segunda parte de esta cuarta jornada colocó un escenario más a la “americana” pero a la vez, con una elegancia y distinción poco frecuentes en los tiempos que corren. El veterano pianista Ramsey Lewis y su Banda Eléctrica fueron los encargados de la puesta en escena.
Si el Festival de Jazz de San Javier tiene aspectos que lo distinguen de otros, uno de ellos es que apuesta por los nuevos valores, como lo viene demostrando ya en esta su XIV edición con Sergio Monroy y Raynald Colom. En esta ocasión, lo ha reiterado con el acordeonista francés Ludovic Beier y su cuarteto, conformado por Christophe Cravero, en el piano; Diego Imbert, contrabajo, y el baterista, Stephane Hachard. A Beier, nacido en 1978 (cuenta, pues, con 33 años), le gusta el jazz desde muy niño ya que varios de sus ídolos han sido Chick Corea, Miles Davis, George Benson o George Duke. Y también desde muy joven, Ludovic Beier comenzó a componer como demostró en su concierto de San Javier con un repertorio propio.


Abrió su actuación con “Chilltimes”, que daba título a su disco de 2007, para a continuación dar las buenas noches agradecer al auditorio su atención y presentar a su grupo. A renglón seguido, otra pieza de ese disco: “Waltz for Richard”, dedicado a su compatriota Richard Galliano. Aunque físicamente se parezca a éste último, Ludovic Beier ha aprendido de Galliano pero no sólo de él. Conserva ese toque “mussette”, pero su repertorio es mucho más amplio y fresco (algo lógico por la edad) que el de Galliano.


El sonido de la “Costa Oeste” norteamericana ha sido una predilección de Ludovic Beier desde siempre, por ello no es de extrañar que su amplio repertorio -a pesar de su juventud- esté impregnado de esas y otras influencias. Muestra de ello fue “Yellow cab blues”. Y después dejó el acordeón para con la accordina de botonera interpretar una preciosa balada titulada “Sometimes we change”. De vuelta al acordeón de botonera, Beier fue desgranando un concierto que se movía entre la “mussette” y los clubes neoyorkinos. Por ello, no nos sentíamos “perdidos” cuando sonaron piezas como “Panamathan”, “Fall memories”, Paris nord” o “Vanillia Express”.

Mientras escuchábamos a Ludovic Beier era inevitable no tener presente –y mucho más en Jazz San Javier, donde ha venido en dos ocasiones- a Richard Galliano. Pero al decir verdad, la frescura musical de Beier pronto nos hizo meternos de lleno en su concierto y disfrutar de él, a cada pieza que sonaba. Sin duda, Ludovic Beier tiene bien ganado su sitio en el jazz, como lo corroboró con “Absenthe”, “Bluesette” o “Brooklyn Heights”.

Tras volver a presentar al grupo, Ludovic Beir interpretó él solo el clásico de Django Reinhart, “Nuages”, al que Beier dedicó un disco en 2009 adaptándolo a los ritmos brasileños. Mientras finalizaba con las últimas notas aparecieron, de nuevo, los integrantes de su cuarteto para continuar con otro tema de ese homenaje a Reinhart de 2009.

Cuando parecía que todo había finalizado, el auditorio insistió en pedir un poco más y Ludovic Beier y su cuarteto regresaron al escenario del Parque Almansa para regalar una versión muy original y exótica del clásico “Caravan”, de Ellington, que significó el toque final para que el auditorio quedara satisfecho y entregado a esta realidad futura del jazz europeo que, dicho sea a propósito, cada año mejora en cuanto a calidad y cantidad de músicos incluidos los españoles, naturalmente.



La segunda parte de esta cuarta jornada del XIV Jazz San Javier tuvo otro ambiente más en la línea clásica del jazz norteamericano. El pianista de Chicago, Ramsey Lewis, puso elegancia y distinción a una noche típica de verano a orillas del Mar Menor con su singular estilo. Desde siempre me ha gustado Lewis, tanto por sus composiciones como por su manera de tocar el piano que parece como acariciar las teclas.

Desde su primer éxito en 1965 con el disco “Wade in the Water”-pieza con la que abrió su regreso a San Javier-, Ramsey Lewis se ha venido dedicando a crear temas más en contacto con el funk y el pop que para un público netamente de jazz. La disparidad de sus tríos así lo atestigua, además de sus creaciones musicales. Precisamente en este 2011, Lewis lleva a cabo una gira bajo el título de The Sun Goddes Tour” (La gira de la Diosa Sol) con su Banda Eléctrica con la que Ramsey Lewis desarrolla un quinteto polivalente que igual se mueven en el más puro estilo jazzístico, que después te pueden dejar “boquiabierto” tras escucharles en terrenos “funky”, para los que los teclados y sonidos electrónicos tienen su inevitable protagonismo. Valga como ejemplo piezas de su más reciente disco titulado “Taking  another look”, del que Lewis nos dejó en Jazz San Javier “The way she smiles” y “Betcha by golly wow”.


Esta Banda Eléctrica de Ramsey Lewis está formada por el guitarrista, Henry Johnson; Tim Gant, en los teclados; Joshua Ramos, en el contrabajo (por cierto, qué bien lo toca), y el baterista, Charles Heath. En las baladas, Ramsey se mueve como pez en el agua y hace gala de su elegancia y saber estar, como reiteró en “Close your eyes and remember”. A sus 76 años, el pianista de Chicago sigue en forma como dejó constancia en esta su segunda visita a Jazz San Javier. Cuando se observan sus dedos deslizándose sobre las teclas del gran cola Steinway & Son, aunque no se sepa tocar ese instrumento sus dedos parecen instruirte de manera sencilla y eficaz. Con un repertorio más que escogido, Ramsey Lewis dejó algunas de las piezas que ya entonces conformaron su concierto, “Love songs”, pero impregnándolas de una concienzuda puesta al día que, no obstante, no le han hecho perder su personalidad ni encanto.

Piezas adaptadas de The Beatles (de las muchas que ha adaptado a su sonido) como la del álbum “Revolver”, “Here, There And Everywhere”, dan una idea muy exacta de los terrenos por los que se ha venido moviendo Ramsey Lewis a lo largo de su dilatada trayectoria musical. Durante este concierto pudimos observar cómo el cuarteto está muy atento a las evoluciones de su líder, pero si de los cuatro hubo uno que “coqueteaba” musicalmente con Ramsey ese fue el guitarrista Henry Johnson.


Tuvieron que llegar los bises, para que el repertorio más “funky” viese la luz del Parque Almansa, tal y como se había adelantado en el programa. Como si de una segunda parte de este concierto se tratara, esta Banda Eléctrica del pianista Ramsey Lewis nos ofreció la otra cara de su repertorio que se ajustaba más a lo anunciado en el programa del XIV Jazz San Javier. Fue en ese momento del concierto cuando todo el auditorio acabó por animarse del todo y la imaginación de cada cual voló hacia espacios diversos, a través de “Sun goddes”. Si Joshua Ramos fue buenísimo con el contrabajo, con el eléctrico de cinco cuerdas repitió magisterio mientras que el teclista Tim Gant hacía la voz principal a la que acompañaba con los coros el propio Ramsey.
El segundo bis fue una pieza entre la primera y segunda parte fusionadas, que terminó por “embobar” a un auditorio que a pesar de encontrarse en un miércoles no daba tregua a este quinteto que lidera el pianista de Chicago.

En resumen, una noche para disfrutar del jazz con esos dos escenarios diferentes –jazz de acordeón y “mussette”, con ribetes de “Costa Oeste”, frente a la elegancia, distinción y un poco de “funky”- que nos presentaron el cuarteto del acordeonista francés, Ludovic  Beier, y el pianista norteamericano Ramsey Lewis y su Banda Eléctrica. Con noches así, ¿quién piensa en marcharse a la cama? Y quedan más por llegar. 

Las fotos, como es habitual en Jazz San Javier, son obra de MARTA PINILLA ALDARAVÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario