El cantante cartagenero
y su banda animaron las noches de La Ribera, dentro del ciclo de conciertos
gratuitos que Jazz San Javier ha rescatado en esta edición. Público de todas
las edades y bailongos por las esquinas caracterizaron este segundo concierto, de
los cuatro que el Festival de Jazz ha programado fuera de su sede habitual.
El cantante y líder de The Gentle Bandoleros, Pike Cavalero. |
El grupo
está conformado, además de por Pike Cavalero, por Francis Beard, guitarra
eléctrica. Juanmy López, guitarra; el contrabajista Pepe Lee, contundente y
animador donde los haya, y el batería Jesús López, que le ubicaron al fondo del
escenario y al que había casi que adivinar dónde se encontraba ya que apenas
tenía iluminación. Pero ahí estaba este quinteto dispuesto a alegrar la noche
marmenorense, con sus versiones de piezas conocidas del género y otras propias
o adaptadas al español que es por donde va a pitar su próximo disco, que
aparecerá en septiembre próximo. A Pike Cavalero and The Gentle Bandoleros se
le puede ver por el área de Almería, Cartagena y Alicante-Valencia que es por
donde más se mueven, pero no hay festival que los reclame y se les resista como
ha sido en esta ocasión con Jazz San Javier.
Los guitarristas Francis Beard y Juanmy López. |
Como no
podía ser de otra manera, la banda comenzó de manera festiva con “Torro”, dar
las buenas noches y continuar enlazando uno con otro tema. Así que dejaron
sonar una primera ración de esta música como “Take It Easy”, “Crazy Train
Boogie”, “Hey, Sir”, “Lonely Rancher Wep” y “Let’s Get This Chicken Friend” que
dejaron al personal un tanto “tocado” en lo que a ritmo se refiere. Y no es de
extrañar porque Pike Cavalero sabe mantener la atención y apenas da tregua,
presentando sus piezas una con otra con esta coletilla: “Gracias. Continuamos
con esta otra canción que dice:” Y comienzan a cantarla. Así no hay momento
para el respiro, al menos para los que ya contamos con edades difíciles de
llevar para esto del ejercicio continuado.
Pero es una
banda que se hace de querer por su sencillez y alegría. Son desenfadados, le
echan un poquito de teatro a la escena (fíjense en el contrabajista, por
ejemplo, si todavía no han podido asistir a uno de sus conciertos) para que
ésta tenga más vidilla y con resultados garantizados. Después de un respiro no
excesivamente largo (apenas 30 segundos), de vuelta con las canciones que se
movían entre esas parcelas que les hemos descrito al principio. “Esperamos que
se estén divirtiendo. Vamos ahora con esta otra canción que dice así…” Y
comenzaron a sonar otra tanda que encabezaba “Wannabes” y continuaba con “My
Misery”, “Black Hearth Club”, “My Bunch Of Lovin Girl”, “Miss Froggie”, “When I’ve
Got The Blues” (aquí preguntaron si nos gustaba el blues), “The Mine” y “Six
Shooter Blues”.
El contrabajista y animador Pepe Lee. |
Bueno, la
fiesta estaba en todo lo suyo y aunque personalmente el rockabilly me suena
algo monótono cuando he escuchado 5 ó 6 temas no niego, sin embargo, que al personal
que llenaba el recinto acotado de la explanada se lo estaba pasando en grande.
Los que bailaban, que eran notables, lo hacían en los pequeños espacios que
quedaban a los lados del recinto o fuera de él. Pero no daban muestras de
agotamiento, aunque Pike Cavalero y su banda les dieran, de vez en cuando, un
respiro pequeño.
En la recta
final de una noche que resultó atractiva por la excelente temperatura y la
mejor música, los chicos que lidera Pike Cavalero (una voz apropiadísima para
el rockabilly que, incluso, utiliza esos gorgoritos clásicos del rock’n’roll de
los 50 o el grito “Yeahh” del género que practica) atacaron con “Just A Matter
Of Manners”, “Twistin Little Baby”, “Little I”, “Coke Ruhm Blues”, “Carrera del
Desengaño” o “Ahora que lo tienes”, en los que Cavalero explicó que era la
tónica por donde va su nuevo disco que verá la luz, como indicamos al
principio, en el próximo mes de septiembre.
En suma,
noche estupenda en lo meteorológio y festiva total con la música que dejaron
sonar el cantante cartagenero Pike Cavalero and The Gentle Bandoleros, que puso
a bailar a muchos de los que acudieron a esta cita de la programación paralela
de Jazz San Javier fuera de su sede habitual, con las aguas del Mar Menor y su
brisa rozándonos la piel.
La próxima cita es en el auditorio Parque Almansa,
con dos conciertos de contrastes pero de muy alto voltaje. Una primera parte
con Jon Cleary & The Absolute Monster Gentlemen, que nos acercarán la
variada gama musical que define a Nueva Orleans, que es desde donde nos llegan
este inglés afincado a orillas de Mississippi desde hace 20 años. Un estilo de
música que se asemeja a la que hace Dr. John y que, muy probablemente, va a
dejar un recuerdo difícil de olvidar entre los aficionados. Y el regreso, en la
segunda parte, del saxofonista Bill Evans y su banda, donde ha habido que
introducir un cambio forzoso a última hora: El guitarrista Dean Brown, que
sustituye al accidentado la pasada semana Mike Stern. Una banda en la que todos
sus miembros ya han visitado en ocasiones anteriores y con otros proyectos,
Jazz San Javier. Es el caso del baterista Dennis Chambers y del bajista Darryl
Jones. Cuatro auténticos “jabatos” de la fusión que, a ciencia cierta, harán
las delicias de los que gustan de esta línea argumental del jazz moderno. Se lo
cuento en unos días.
Las fotos son obra de Goio Villanueva.
Jesús López se encarga de llevar el ritmo desde la batería. |
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